Un rincón secreto para recuperarnos de las fiestas

Malawi siempre ha sido conocido como el "corazón cálido de África” y es que este pequeño país cuenta con algunas de las vistas más impresionantes del continente africano, así como algunas de las personas más amigables que uno pueda conocer. Tranquilo y con un clima templado, en este país uno puede recuperar el ritmo relajado de la vida.

La parte más famosa de Malawi es por supuesto el Lago Malawi, que sus impresionantes aguas de un azul cristalino y sus playas de arena blanca tropical, este lago tienen el honor de ser el tercer lago más grande de África y ofrece a los aficionados al buceo una experiencia maravillosa.

El norte de Malawi ofrece hermosas colinas onduladas por donde vagan los antílopes y donde crecen más de 660 especies de orquídeas, el Parque Nacional Nyika se ubica en esta parte del país donde uno puede recorrer los caminos en bicicleta o andar disfrutando de impresionantes vistas.

Al sur, se encuentra la meseta de Zomba que tiene todo lo que uno pueda imaginar, desde enormes bosques con cascadas y lagos, hasta plantaciones de té. Monte Mulanje es la montaña más alta de África Central y subir a su cima resulta de los más gratificante y solo nos llevará un par de días. El río Shire fluye fuera del lago Malawi y serpentea hacia el sur a través del Parque Nacional Liwonde que es también el hogar de una gran variedad de vida silvestre.

Malawi es perfecto como un destino de safari tranquilo y relajado, pero es también un lugar mágico en el que relajarse fuera de los lugares turísticos más concurridos de África. Hoy os proponemos descubrir uno de los secretos mejor guardados de este continente, y lo hacemos escapando por unos días a un resort fascinante y singular.

Y situado en el lado oeste de la península de Nankumba en el extremo sur del lago Malawi se encuentra Pumulani, un resort sutilmente ubicado entre los árboles de las colinas y sobre afloramientos escarpados. Aquí podrás disfrutar de diez villas de lujo, en espacio, diseño, confort y privacidad, con vistas sobre el lago y una piscina de borde infinito. Un alojamiento que se convierte en el refugio africano perfecto en la playa.

Cada villa cuenta con un dormitorio grande, que se abre a una terraza privada y con baño equipado con bañera, ducha doble y lavabo doble, y un espacioso salón. Cada villa tiene ventilador, así como aire acondicionado, y todas las ventanas se pueden cerrar lo que es perfectamente seguro para familias jóvenes o viajeros que llegan por primera vez a África.

Las zonas comunes cuentan con un espacioso restaurante, bar y una acogedora zona de fuego. La piscina infinita está en una terraza inferior cubierta y tres pasillos elevados con escalones conducen desde la zona central a las villas y a la playa.

David Livingstone, el explorador británico, llamó a este lago, el Lago de las Estrellas, y por una buena razón, porque durante el día la luz baila pasando a través del agua azul, y una vez que el sol se ha puesto, son las estrellas las que brillan tanto en el cielo como en el lago. Y es que observar las estrellas po la noche es una de las actividades preferidas por los clientes que se alojan aquí.

Playa de arena blanca y actividades acuáticas son imprescindibles. Si quieres algo más que tumbarte en la playa y nadar, vas a poder practicar el esquí acuático, la vela, pasear en kayak, hacer senderismo por las colinas, embarcarte en algún crucero a la puesta de sol, y hacer snorkel o bucear en el lago.

Pumulani ofrece la mezcla perfecta para unas vacaciones inolvidables. Si buscas un destino exótico, no dejes de viajar a este precioso y tranquilo país africano.

Más información: Pumulani. Robin Pope Safaris

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