PORTUGAL
Vamos al Alentejo a conocer Estremoz y su maravilloso Museo del Azulejo Berardo Estremoz
Estremoz es una localidad portuguesa del distrito de Évora, en el interior del Alentejo Central.
Publicidad
Está a sólo 40 minutos en coche de Badajoz y a escasos 40 kilómetros de Évora. Su población es de alrededor de 7.700 habitantes y vive fundamentalmente de la agricultura, de las famosas canteras de mármol y de su reconocida cerámica -que podemos comprar en innumerables tiendecitas de artesanía- y, además, posee una gastronomía deliciosa.
Estremoz es una de las “ciudades blancas” del Alentejo debido a las canteras de mármol de las que vivían antaño y siguen viviendo en la actualidad; un mármol que es apreciado en el mundo entero y compite con el mismísimo mármol de Carrara italiano.
La ciudad se divide en dos partes bien diferenciadas: la parte baja cuyo centro es la enorme plaza de Rossio. Es la zona más nueva y comercial y también completamente llana. Nos llamará la atención el Lago do Gadanha, un lago artificial construido entero con mármol que se nutre de uno de los manantiales de la ciudad. Está presidido por una estatua del dios Saturno y tiene nada más y nada menos que 40 metros de lado.
Es imprescindible tomar un café y, por supuesto, contemplar el Café Águias d’Ouro. Es un edifico construido en 1908, exponente de la influencia del Art Nouveau que se aprecia en el uso de materiales de cantería, vidrieras, hierro forjado y azulejos, y su decoración de motivos geométricos y florales. Es también uno de los pocos supervivientes de los cafés “tertulia” que eran muy típicos de principios del siglo XX. Fue catalogado como Edificio de Interés Público en 1997.La parte alta de Estremoz es la medieval, donde se ubica el castillo, y sus callejuelas son intrincadas y adoquinadas. Está amurallada y podemos entrar a ella por una de las cuatro puertas que posee: la Porta de San António, la Porta de Santa Catarina, la Porta dos Currais y la Porta de Évora. Aquí podemos encontrar numerosos monumentos que giran en torno al castillo.
El Castillo de Estremoz. Este castillo medieval fue construido en el siglo XII, durante el reinado de Sancho II, y bajo el reinado de Alfonso III se fortalecieron las defensas y se construyó la muralla. El castillo se encuentra en la cima de una colina y tiene elementos de estilo gótico y neoclásico. Está reforzado por cuatros torres de forma semicilíndrica y desde el castillo se tienen magníficas vistas de todo Estremoz.
La Iglesia de Santa María, se encuentra al lado del Castillo y fue construida en el siglo XVI en época del Infante D. Enrique, que sería el futuro rey de Portugal. Es de estilo manierista y su planta es cuadrada porque formaba parte de la antigua alcazaba. Tiene una importante colección de pinturas primitivas de la escuela portuguesa en la sacristía y también un pavimento de mármol hermosísimo.
Y otra construcción destacable son los Paços do Concelho, que eran la sede del ayuntamiento de Estremoz en la Edad Media. En este edificio sobresale su torre del reloj y una galería con cinco arcos sostenidos por columnas dobles y hermosos capiteles.
Otro espacio que no te puedes perder en esta localidad es el Museo del Azulejo Berardo Estremoz, una iniciativa conjunta entre la Colección Berardo y el Ayuntamiento de la localidad. Tiene la mayor colección privada de azulejos del mundo y, además, el edificio en sí mismo es maravilloso, es el impresionante Palacio Tocha que está rodeado de una bellísima finca.
En su patrimonio cerámico se encuentran más de 4.500 azulejos que datan de los siglos XIII a XXI; son ocho siglos de historia del azulejo, un verdadero tesoro. Posee sobre todo azulejos portugueses, pero también de otros lugares como Sevilla, Granada o Talavera.
Hay azulejos con simbología religiosa, los hay con estampas cotidianas, con simbología militar y también con imágenes más profanas y satíricas e incluso azulejos de artistas contemporáneos de la talla de Dalí. Además de las salas de exposiciones, todo el interior del palacio está adornado con azulejos, desde la cocina a las salas, desde los vestíbulos a las escaleras.
El museo es una visita imprescindible para terminar nuestro viaje a Estremoz, y es muy recomendable hacerla con un guía, que te irá contando las anécdotas más destacadas y la historia de cada uno de los espacios.Publicidad