PUEBLOS DE NOMBRE COMESTIBLE
5 pueblos españoles a los que se va a comer
Y es que estos 5 pueblos están para comérselos desde su nombre.
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Que España es un país para comérselo de norte a sur y de este a oeste lo tenemos claro; la gastronomía vasca luce fama y prestigio en el mundo entero, la cocina mediterránea pasar por ser la más deliciosa y saludable del mundo, los platos de cuchara de las zonas de interior son un fijo del otoño y el invierno y toda la cocina de costa, ya sea Atlántica o Mediterránea, es una delicia imperdible.
Pero hoy no vamos a hablar de zonas en las que comer rico ni de pueblos con nombres tan comestibles como Ajo, Cebolla o Pepino sino de pueblos a los que se va, literalmente, a comer y, tanto es así, que su propio nombre suena terriblemente comestible tanto si lo es como si no... ¿de qué pueblos hablamos? toma nota: hablamos de Cabrales, un pueblo que huele a queso, sabe a queso y al que tienes que ir, sí o sí, si quieres degustar el mejor queso Cabrales maridado con un culín de sidra (o dos).
Seguimos en el norte pero de Asturias saltamos a Galicia para irnos a Betanzos, un pueblo que no tiene nombre de comida pero sí de pueblo para comérselo ¿quién no piensa en la tortilla de Betanzos en cuanto oye mentar este pueblo? dicen que es la mejor tortilla española que se puede comer y aunque es verdad que no son pocos los restaurantes gallegos que puedes visitar en casi cualquier rincón de España y en los que te servirán una rica tortilla de Betanzos, es de justicia decir que la mejor se sirve, como no podía ser de otro modo, en Betanzos.
Continuamos nuestro paseo gastronómico: tras un poco de Cabrales con culín de sidra y una ración de tortilla de Betanzos con una copa de Alvariño, qué mejor que un postre frecso ¿un melón? que sea de Villaconejos porque de ese pueblo madrileño proceden algunos de los mejores melones que podemos degustar en España a final del verano (estos melones se cultivan en primavera y se recogen y degustan entre los meses de agosto y septiembre).
Volvemos al queso porque es oir hablar de Casar de Cáceres y pensar en la rica torta del Casar, es verdad que este no es el único pueblo extremeño en el que disfrutar de este manjar pero que este pueblo, Casar de Cáceres, lleva la torta en su nombre.
Para terminar nuestra ruta nos vamos a un pueblo ideal para Semana Santa: Torrijas; y es que aunque no se va a Torrijas a comer torrijas, es verdad que este pequeño pueblo turolense tiene fama gastronómica: es famoso por su pan de horno, también por las legumbres y hortalizas de las huertas de la zona y, como no podía ser de otro modo, por el jamón de Teruel.
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