Zamora
8 lugares imprescindibles para conocer Toro
Toro, ubicado en Zamora, es uno de los lugares más sorprendentes del país. Si estás deseando visitar esta zona, estos son los rincones que debes descubrir.
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Toro, municipio situado en la provincia de Zamora, es cuna de grandes vinos. Por si fuera poco, cuenta con una gran importancia de carácter histórica. Por lo tanto, es un lugar absolutamente espectacular para disfrutar de numerosos rincones pero, también, de su espectacular gastronomía.
Es evidente que Toro está entre las Tierras del Vino, del Pan y la Guareña, por lo que está en una situación absolutamente estratégica en todos los sentidos. Tanto es así que, en esta ubicación, tuvo lugar diversos conflictos entre cristianos y musulmanes. Además, también se situó en Toro la corte de los Reyes, y hasta llegó a ser la capital de provincia allá por el siglo XIX.
Tal es su importancia, en todos los aspectos, que fue declarada Conjunto Histórico Artístico. Así pues, es el momento más que perfecto para saber qué es lo que podemos ver o disfrutar si estamos pensando acercarnos a esta localidad zamorana. Estamos seguros de que no te dejará indiferente a nadie.
La muralla
El trazado urbano de Toro nos hace adivinar lo que fue la cerca defensiva, con los restos del Alcázar. Se conservan restos de las murallas primitivas, que datan del siglo X, así como las puertas de Corredera, de Santa Catalina y, por supuesto, el Arco del Postigo y el del Reloj. ¡Es absolutamente espectacular!
El Alcázar
Desde este lugar podrás disfrutar de unas vistas maravillosas no solamente de la localidad zamorana, sino también del río Duero. Sus orígenes son del siglo X, formando parte de ese primer recinto amurallado de Toro. A pesar de todo, su construcción data de nada más y nada menos que el siglo XV. Cabe destacar que en el siglo XIX se encontraba prácticamente destruido, por lo que se procedió a su restauración. En la actualidad podrás encontrar una sala de exposiciones y la oficina de turismo.
Colegiata de Santa María La Mayor
Fue construida entre los siglos XII y XIII. Esta iglesia cuenta con una mezcla de estilo románico y gótico que hace que sea una estructura verdaderamente atractiva. Destaca por ser un templo de tres naves, con crucero rematado por nada más y nada menos que un magnífico cimborrio. Son especialmente destacables la portada norte y la puerta de occidente, también conocida como Majestad.
Iglesia de San Lorenzo el Real
Es de estilo romántico-mudéjar y es la más antigua de Toro. Es especialmente bonita, porque además alberga numerosas sorpresas. De todas sus portadas, destaca la sur. En cuanto al interior, la capilla gótica del siglo XV y el sepulcro gótico tardío de Pedro de Castilla y Beatriz de Fonseca (finales del siglo XV) no dejan indiferente a nadie. ¡Es sencillamente mágico!
Paseo del Espolón
Se puede hablar de paseo, pero también es un mirador. Se creó en 2008 y nos hace partícipes de unas magníficas vistas del río Duero y, por supuesto, de toda la vega. Este paseo une el Alcázar y la Colegiata Santa María la Mayor. Por lo tanto, es una oportunidad única para dejarse llevar por el encanto de la localidad zamorana.
Plaza de Toros
Fue construida en madera en 1828, aunque se volvió a inaugurar en el año 2010. Estamos, sin lugar a dudas, ante uno de los conjuntos más singulares en cuanto a arquitectura popular se refiere. Entre otras cosas, no solamente por la antigüedad sino también por la conservación de diversos materiales y estructuras originales.
Ermita de Santa María de la Vega
Es conocida, también, como ermita del Cristo de las Batallas. Está a las afueras de la ciudad, en un lugar con mucho encanto al estar en mitad de un pequeño bosque de pinos y junto al río Duero. Se restauró recientemente, mostrando a la perfección ese antiguo foco del estilo románico-mudéjar que tanto caracteriza a Toro.
Teatro Latorre
Está levantado sobre un antiguo corral de comedias y se presenta, sin lugar a dudas, como una típica construcción de la misma época isabelina. Tal y como ocurre con la ya mencionada Plaza de Toros, muestra un estilo realmente peculiar y sorprendente que, por fortuna, podemos seguir disfrutando en la localidad zamorana.
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