Alloway, un pueblo de cuento en Escocia

Escocia es, más allá de sus grandes capitales, un país en el que coger el coche y trazar una ruta de norte a sur, de este a oeste, tiene todo el sentido del mundo. Edimburgo es preciosa e Inverness sigue conservando el encanto que tuvo siglos atrás pese a haberse modernizado considerablemente, pero es cierto que son los pueblos de las Tierras Altas y los lugares por descubrir lo que quita el sueño de todo viajero que se anima a visitar la nación de Reino Unido.

Alloway, un pequeño pueblo situado en Ayrshire, junto al río Doon, es el perfecto ejemplo de por qué es necesario ir más allá cuando planeas tu viaje a Escocia. Es el perfecto ejemplo porque constituye una joya casi escondida, que no suele figurar en las listas de los imprescindibles y que te sorprenderá desde el primer momento en que pongas un pie en sus calles.

En Alloway nació Robert Burns, el reconocido bardo de Escocia, y una buena parte del pueblo es un homenaje al autor de grandes poemas que, por cierto, podemos reconocer aún hoy en día en sus calles. Un museo dedicado a Burns nos hará un recorrido por su corta pero prodigiosa vida y es un lugar de peregrinaje para los amantes de su obra.

Alloway es, además, un pueblo muy tranquilo, donde podrás encontrar una paz que normalmente existe en el sur. El entorno natural es uno de los motivos por los que está justificada una visita. Además de contar con dos grandes parques, las rutas de senderismo que podemos encontrar a su alrededor terminan de confirmar que Alloway es uno de los rincones más hermosos de Escocia.