Bagerque, uno de los pueblos más bellos de Lleida

Muy probablemente hayas escuchado hablar del Valle de Arán, un lugar montañoso salpicado de bellos pueblos y situado en Cataluña. Pues uno de esos bellos pueblos en Bagerque (o Bagergue en occitano), el que se encuentra a una mayor altitud: 1419 metros sobre el nivel del mar.

Se encuentra a la izquierda del río Unhòla, uno de los afluentes del Garona, y cuenta con apenas un centenar de habitantes que viven allí en absoluta calma. En calma y rodeados de calles y paisajes bonitos. Tanto, que en 2019 la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España lo escogió para formar parte de su lista.

Cabe apuntar que se convirtió en el único pueblo de Cataluña en formar parte de la Asociación y gran parte de culpa la tienen sus casitas típicas de los Pirineos, esas de tejados oscuros y balcones de madera. Pero también influyen los cambios que sufre a lo largo del año, regalando estampas de postal muy diferentes entre ellas.

En primavera, Bagerque se llena de color gracias a sus muchas plantas y flores. Porque eso es otra cosa que debemos mencionar: este municipio forma parte del movimiento Viles Florides que pretende transformar las diferentes localidades en destinos de gran riqueza natural y paisajística en las que abunden los espacios verdes, las plantas y las flores.

Cuando llega el otoño, este municipio de Lleida se tiñe de colores ocres, naranjas y marrones. Cuando llega el invierno, sin embargo, es habitual que el protagonista sea el blanco. Nieva mucho y bastante a menudo, así pues, tanto las montañas de alrededor como las propias casas quedan cubiertas con un manto blanco inmaculado.

Más allá de sus colores, sus calles y sus casas, Bagerque tiene más por descubrir. Por ejemplo su iglesia de Sant Fèlix, un templo religioso que data del siglo XII aunque fue remodelado tres siglos más tarde. Pero en una visita a este municipio también puede resultar interesante entrar al Museo de Eth Corrau, en el que se exponen más de 2.500 piezas que muestran a los visitantes la artesanía aranesa y objetos de su día a día.

Finalmente, no podemos olvidarnos de hacer mención al camino histórico que baja hasta el río Unhòla. Por supuesto, pasear junto al río puede ser una gran y relajante experiencia. Pero no solo eso, sino que durante el recorrido se pueden descubrir algunos lugares como un antiguo molino harinero.