ANDALUCÍA
Basílica de Jesús del Gran Poder de Sevilla: ¿cuál es la curiosa historia tras su construcción?
Viajamos a Sevilla para conocer la historia de una de sus basílicas. En este caso, la de Jesús del Gran Poder. ¡No te dejará indiferente!
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Ponemos rumbo a la ciudad de Sevilla para conocer la historia de uno de los templos más visitados. Estamos hablando, cómo no, de la Basílica Menor de Jesús del Gran Poder. Un título otorgado a finales de diciembre de 1992 por el Papa Juan Pablo II. Esta edificación se llevó a cabo para poder dar cabida a todas esas personas que sentían una profunda devoción por la Imagen, realizada por Juan Mesa en 1620.
Para comenzar, debemos saber que el asiento en la espectacular Plaza de San Lorenzo comienza en el siglo XVIII. A pesar de todo, a principios del siglo XX, la Hermandad del Gran Poder tenía un objetivo: crecer, para dar cabida a la gran cantidad de fieles que se acercaban hasta ese lugar para venerar a la sagrada imagen.
Un primer intento se produjo en el año 1931, una fecha en la que coincidía con el V Centenario de la Hermandad. Tras una serie de gestiones en la década posterior finalmente, en 1953, se hace una petición a la Capitanía General de la II Región Militar. ¿En qué consistía? En la cesión del cuartel de la Gavidia, así como las diversas dependencias de ese antiguo Colegio de San Hermenegildo.
Bien es cierto que esta operación estuvo a punto de fraguarse en un imponente proyecto pero, finalmente, en 1958 los hermanos decidieron quedarse en la Plaza de San Lorenzo pero, eso sí, compraron el conocido como edificio de la Jefatura de Obras Públicas. Es en ese mismo solar donde se erigiría ese nuevo y necesario templo.
Después de que la Hermandad pagase nada más y nada menos que tres millones y medio de pesetas por ese terreno. En el año 1960, se dio por iniciado el proyecto de la edificación que todos deseaban. A pesar de los esfuerzos, este proceso se demoró en muchas ocasiones por cuestiones económicas, hasta que en 1965 se hizo su sueño realidad. El 27 de mayo de ese mismo año, se llevó a cabo una procesión que empezó por la mañana y terminó a medianoche, en la que por primera vez entraron al templo los pasos con los titulares.
Tan solo un día después, el Cardenal José María Bueno Monreal consagró este impresionante templo. Debemos tener en cuenta que en los años 1992 y 2008 se realizaron reformas y restauraciones. Entre ellas, se adecuó el camarín para una mayor conservación de la imagen de Jesús del Gran Poder, pero también hicieron posible que los discapacitados pudieran acceder a él.
En cuanto a las características de esta Basílica, tenemos que tener en cuenta que la fachada, de estilo neobarroco, tiene la peculiaridad de que está inspirada en otro proyecto que tenían sus arquitectos, que no era otro que el realizado para la Archicofradía de Jesús el Nazareno.
En el interior de este templo, llama poderosamente la atención la gran cúpula, que hay quien dice que está inspirada en ese impresionante Panteón de Agripa que podemos encontrar en la ciudad de Roma. Pero si hay un elemento que no deja indiferente a nadie son los retablos, que albergan diversas tallas de Manuel Guzmán Bejarano.
Si nos centramos en ese retablo central, se hizo siguiendo el patrón establecido por el original de la Parroquia de San Lorenzo. Si hay algo que capta nuestra atención nada más entrar a esta Basílica es la imagen de Jesús del Gran Poder. Pero no es la única venerada, sino que también encontramos la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, así como la imagen de San Juan Evangelista. Si estás pensando en visitar Sevilla, ¡esta es una parada más que obligatoria!
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