MADRID
Basílica Pontificia de San Miguel: ¿sabías que aquí estuvieron los restos del compositor Luigi Boccherini?
Viajamos a la capital de España para conocer la historia de una de sus construcciones religiosas más significativas: la Basílica Pontificia de San Miguel.
Publicidad
Ponemos rumbo a Madrid, donde encontramos una de las construcciones religiosas más sorprendentes. Estamos hablando, cómo no, de la Basílica Pontificia de San Miguel. A pesar de que sus dimensiones son pequeñas, estamos ante una de las construcciones más significativas del barroco español, y única en cuanto al barroco madrileño.
Este templo comenzó a construirse en el año 1739 y, en él, encontramos muchísima influencia italiana. Se erigió en el solar de una antigua iglesia, la de San Justo y Pastor. Estos mártires, según versa la tradición, murieron en Alcalá de Henares. No se saben muchos detalles de esa primitiva iglesia, solo que su construcción era anterior al siglo XIII. En 1690, el templo sufrió un aparatoso incendio por el que quedó destruido.
Más tarde, concretamente en 1739, se iniciaron las obras del templo que conocemos en la actualidad. Fue el cardenal infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, que era arzobispo de Toledo, quien lo hizo posible. Y todo porque fue el que costeó el alto precio de esta construcción.
Durante el reinado de José I Bonaparte, esta Iglesia decidió añadir una nueva advocación a la de los santos Justo y Pastor originales. Estamos hablando, cómo no, de San Miguel. Se trata de un Santo que se quedó nada más y nada menos que sin feligresía, como consecuencia de la demolición de la Parroquia de San Miguel de los Octoes, cercana a este lugar.
En el siglo XIX, este templo cristiano solamente quedó advocado a San Miguel, mientras que la feligresía de los santos Justo y Pastor pasaron a la iglesia del antiguo Convento de las Maravillas. Un año a tener en cuenta es 1892, cuando se adquirió el título de “Basílica Pontificia”, con motivo del traslado a Leganitos de la Parroquia de San Miguel.
Tiempo después, en el siglo XX, el Opus Dei tomó la iniciativa de quedarse con este templo. Fue precisamente esta institución la que decidió promover una serie de reformas. Entre las más sonadas, la construcción de una cripta bajo el edificio o, incluso, la supresión total de los altares laterales.
De los rostros conocidos que descansaban en este lugar se encuentra el compositor Luigi Boccherini. Pero fue en 1927 cuando Mussolini ordenó trasladar los restos del músico a Lucca, donde se le dio sepultura en la iglesia de San Francisco, concretamente en ese panteón destinado a los hijos ilustres de la ciudad italiana.
La Basílica Pontificia de San Miguel de Madrid, a través de sus características
El arquitecto italiano Santiago Bonavía fue quien se encargó de este proyecto, aunque inicialmente fue encomendado a Teodoro Ardemans. Lo cierto es que quien lo terminó fue Virgilio Rabaglio. Esta Basílica llama poderosamente la atención, entre otras cuestiones, por su fachada, ya que es de forma convexa y rematada por dos torres.
Entre las tantas tallas que podemos encontrar en este templo, hay una que destaca por la devoción que se le tiene entre los fieles. Estamos hablando del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, que data del siglo XVIII. Una imagen que sale a las calles cada Domingo de Ramos, por la Hermandad de los Estudiantes.
Publicidad