Basílica de San Juan de Dios de Granada: historia del templo en el que descansan sus restos

Es el momento de poner rumbo a la ciudad andaluza de Granada para conocer la historia de una de las edificaciones religiosas más sorprendentes que podemos encontrar allí: la Basílica de San Juan de Dios. La construcción comenzó en el año 1737, en el preciso instante en el que Fray Alonso de Jesús y Ortega ordenó la construcción de una iglesia junto al Hospital de San Juan de Dios.

Y todo con un fin: que se pudieran exponer, en ese lugar, las reliquias del Santo. Eso sí, no fue hasta finales de octubre de 1759 cuando la Iglesia, finalmente, abrió sus puertas a los devotos. Y lo hizo con el siguiente título: Templo de la Purísima Concepción de Nuestra Señora del Sagrado Orden de la Hospitalidad de Nuestro Padre San Juan de Dios.

La idea teológica con la que esta Basílica fue erigida es nada más y nada menos que el Triunfo de la Caridad y del Amor. Al fin y al cabo, este era el contundente mensaje que San Juan de Dios había dejado. Por lo tanto, como no podía ser de otra manera, esta idea tenía que verse reflejada en el lugar que iba a acoger sus restos.

San Juan de Dios, que dedicó su vida a servir a sus hermanos y prójimos, tiene una estrecha vinculación con la ciudad de Granada. Hasta tal punto que se ha convertido en el co-patrón de la ciudad. Su historia, su mensaje y hasta cada elemento de la Basílica hace que los visitantes se dejen llevar por todo lo que refleja.

Debemos tener en cuenta que, quien se encargó de hacer realidad este proyecto, fue nada más y nada menos que José de Bada y Navajas. Eso sí, no lo hizo solo, ya que contó con José Francisco Guerrero para los retablos. Diego Sánchez Sarabia tampoco se queda atrás, ya que realizó diversas aportaciones escultóricas para el Retablo Mayor de la Basílica.

Es importante tener en cuenta que esta construcción tiene un gran valor arquitectónico y cultural. Y es que muchos fueron los artistas que forman parte de este templo, a través de sus obras. Algunos de ellos son La Roldana, Tomás Ferrer o, incluso, Atanasio Bocanegra, ¡entre muchos otros!

Sea como sea, lo cierto es que estamos ante una de las edificaciones religiosas de estilo barroco más importantes de Granada pero, sobre todo, de España. El paso de los siglos ha hecho posible que cuente con una riqueza patrimonial verdaderamente excepcional. Una belleza que no solamente llama la atención a quienes deciden visitar esta Basílica, sino también a los más fieles devotos de San Juan de Dios.

Si estás pensando en visitar la ciudad de Granada y conocer muchas otras edificaciones con historia, más allá de La Alhambra, el Palacio de Carlos V o, incluso, la Catedral, una buena opción es esta Basílica que, tanto por su historia como por gran valor artístico, no te dejará indiferente.