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La bella Susona: conoce una de las leyendas más curiosas de Sevilla

Viajamos a Sevilla para conocer la historia que esconde la conocida como “Bella Susona”, una de las leyendas más curiosas.

La bella Susona: conoce una de las leyendas más curiosas de Sevilla

La bella Susona: conoce una de las leyendas más curiosas de SevillaImagen de Ingo Mehling en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

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Ponemos rumbo a la ciudad de Sevilla, para conocer la historia que esconde una de sus tradiciones más sorprendentes y arraigadas. Estamos hablando de la Susona. Y es que es mucho más que el nombre de una calle, ya que estamos ante la protagonista de una historia que ha ido pasando de generación en generación.

La leyenda asegura que, tras un asalto a la judería, los propios judíos intentaron hacerse con el control de la ciudad mediante un complot. Por lo tanto, no dudaron en tratar de buscar apoyo de los moriscos. El lugar escogido para realizar este encuentro fue, precisamente, en casa de Diego Susón, quien ideó esta revuelta.

Este judío converso, que era banquero, vivía con su hija Susana, que en la ciudad era conocida como nada más y nada menos que la “fermosa fembra”. La joven recibía constantes halagos por parte de sus vecinos, lo que provocó que empezase a soñar con tener una destacada vida social en Sevilla. Fue entonces cuando empezó a verse con un joven caballero cristiano que pertenecía a una de las familias nobles más reconocidas de toda la ciudad.

Una noche cualquiera, mientras esperaba que todos en su casa durmieran para poder verse con su amado, se enteró de la conspiración que estaba tramando su propio padre. Éste, y los suyos, tenían como objetivo matar a los principales caballeros y cargos públicos de Sevilla.

La bella Susona
La bella Susona | Imagen de CarlosVdeHabsburgo en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Visiblemente aterrada por el hecho de que pudiera pasarle algo a su amado, Susona decidió advertirle sobre el peligro que estaba corriendo. Todo ello sin ser consciente de que, con esta confesión, realmente ponía en peligro a todos los judíos que se encontraban en esta ciudad. Y todo porque el joven puso al tanto del plan a don Diego de Merlo, asistente, que no tardó en ordenar que se detuviera a los cabecillas de esta revuelta.

Tan solo unos días después, fueron ahorcados en Tablada, donde eran ejecutados los peores criminales y cuyos cadáveres permanecían colgados durante todo un año. Una vez pasado este tiempo, los restos eran enterrados en el conocido como cementerio de ajusticiados, situado en el Compás del Colegio de San Miguel, frente a la mismísima Catedral. En esta ocasión, los ajusticiados fueron Diego Susón, Pedro Fernández de Venedera, Juan Fernández de Albolasya, Manuel Saulí, Bartolomé Torralba, los hermanos Adalbe y hasta 20 personas más, entre banqueros, escribanos y mercaderes.

La bella Susona
La bella Susona | Imagen de CarlosVdeHabsburgo en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

De esta historia surge la leyenda, de la que existen hasta dos versiones. Una de ellas asegura que la joven, al ser repudiada por su propio amado y por el resto de judíos por haber sido la culpable de tantas muertes, buscó ayuda en la Catedral. Fue entonces cuando el obispo de Tiberíades la bautizó y le concedió la absolución. Es más, le aconsejó que hiciera penitencia en un convento, y así lo hizo. Años más tarde, regresó a casa para seguir con su vida de cristiana.

La otra versión es completamente contraria. Y es que asegura que tuvo un amor con un obispo del que nacieron dos hijos. Tras ser abandonada por él, se convirtió en amante de un reconocido comerciante de Sevilla. Sea como sea, tras abrir el testamento de la Susona, había escrito en él lo siguiente: “Y para que sirva de ejemplo a los jóvenes en testimonio de mi desdicha, mando que cuando haya muerto separen mi cabeza de mi cuerpo y la pongan sujeta en un clavo sobre la puerta de mi casa, y quede allí para siempre jamás”. De ahí que esa calle sevillana lleve su nombre. ¡Muy curioso!

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