Cádiz tacita de plata, más de plata que tacita

Con más de 3000 años de historia, Cádiz es la ciudad más antigua de Europa occidental y donde se firmó la “Pepa”, la Constitución de 1812. Esta ciudad apodada como “la tacita de plata” se encuentra encerrada entre viento y mar, con sus calles estrechas que esconden rincones que son auténticos tesoros.

La forma ideal de empezar el día en esta ciudad es con un paseo a la vera de la playa la Caleta, aunque es la de menor extensión, y está aislada del resto. El agua azul intenso y su arena fina invitan a bañarse ya tumbarse. Disfruten. Para descubrir la belleza de “La Tacita” hay que adentrarse en sus calles y observar. No podemos dejar pasar la oportunidad de visitar el Oratorio de San Felipe Neri, pues es donde se firmó nuestra primera Constitución. Ahí se reunieron las cortes de Cádiz y gritaron “¡Viva la Pepa!”, se había firmado el día de San José.

La Torre Tavira está en el centro del casco antiguo, es una antigua torre vigía, la oficial del puerto de Cádiz pues es la cota más alta de la ciudad. Desde su cámara oscura veremos una panorámica espectacular de la ciudad.

Cuando empieza a entrar el hambre podemos acercarnos al Mercado Central, que además de tener los puestos de venta como cualquier mercado de abastos tiene pequeños restaurantes donde tomar el aperitivo con una copita de Barbadillo bien fresquito o una cañita bien tirada.

Para continuar con el tapeo una muy buena opción es adentrare en el Barrio de la Viña, donde algunos edificios tienen un aire de decadencia, la humedad y salitre junto con el paso del tiempo dejan su huella en las fachadas. En la Plaza Tío de la Tiza hay varios barecillos donde nos chuparemos los dedos con sus tortillitas de camarones. En el mismo barrio está Casa Manteca, un local inaugurado en 1953 y cuyas paredes están repletas de fotos y carteles taurinos, con suerte se puede encontrar una foto de García Lorca. En Casa Manteca disfrutar de chacinas, tapas y vino de la zona.

Por la tarde podemos visitar la Catedral y sentarnos en su escalinata a comernos un helado o probar las “Delicias de Cádiz” un pastelito típico.

Cádiz nos dejará con ganas de más, de volver y perdernos por sus calles, embriagarnos por ese ambiente de ciudad colonial, pues tanto la Habana como la Ciudad de Panamá y otras tantas de las Indias se construyeron a semejanza de “la Tacita de Plata”. Que, por cierto, es un misterio el origen de este mote, algunos dicen que es por el color del mar, otro que la taza de plata vale más que cualquier otra y que ese es el valor de esta ciudad, y otros tantos dicen que antiguamente la gente salía a tomar café a la calle con sus mejores tazas.

Lo mejor es venir a visitar esta magnífica ciudad y descubrirla.