Tradición, pesca y la Ruta del Cares a través de la pesca del Campanu
El Campanu: el salmón más madrugador se ha pescado en el río Cares
La pesca del salmón ha sido tradicionalmente una actividad de riqueza de las zonas de las riberas de los ríos del norte de España. Tal era la abundancia de salmones a principios del siglo XX que en muchas zonas de minería y siderurgia de la zona, los trabajadores exigían por contrato que no les pusieran este pescado para comer a diario. Tan diferente a la actualidad en la que la pesca del salmón está protegida por ley y el salmón salvaje es un manjar muy codiciado.
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Uno de los momentos más tradicionales en Asturias es la pesca del Campanu: es el primer salmón que se pesca en Asturias y alcanza precios astronómicos en una tradicional puja pública que se celebra en la localidad de Cornellana. Los propietarios de emblemáticos establecimientos -de dentro y fuera de la región- luchan por hacerse con el codiciado ejemplar.
En esta ocasión el Campanu capturado el 14 de abril, -que pesó 5 kilogramos- se ha vendido por 10.000€ a un restaurante de Oviedo. Es un ejemplar muy deseado, además por la histórica tradición de pesca y puja, porque sólo se permite la captura y muerte de 4 ejemplares en toda Asturias hasta el mes de julio. El nombre de Campanu se cree que se debe al repique de campanas, de todas las iglesias que bordeaban los ríos, cuando se abría la veda de la pesca.
El Campanu este año ha sido madrugador y se ha pescado en el río Cares, aprovechando esta coincidencia vamos a hablar de una ruta emblemática que recorre los Picos de Europa desde Valdeón en León hasta Peñamellera Baja, pasando por Cabrales y Peñamellera Alta: la Ruta del Cares. Es una ruta de 11 kilómetros de longitud que discurre de sur a norte por la garganta del río Cares. La vista es maravillosa y avanza a través de grutas, puentes y senderos excavados en la roca.
Su espectacularidad y el moderado desnivel de la Ruta del Cares, la convierten en idónea para practicar el senderismo. Es la senda que recibe más visitantes de los más de dos millones que recibe el Parque Nacional de Picos de Europa. Es una caminata fácil, llevando el calzado adecuado, aunque larga: tarda cuatro horas en completarse la ida y serían ocho horas de ida y vuelta.
Un paisaje que no puede dejar indiferente a nadie, verdes bosques y verdes veredas a orillas del río, escarpados desfiladeros de afiladas rocas y grandiosas postales de contrastes: cielos abiertos y pequeñas oquedades excavadas en la montaña. Una ruta fácil para contemplar el maravilloso paisaje que ofrece Picos de Europa. La naturaleza en estado puro te espera en la Ruta del Cares.
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