SALAMANCA
Candelario: 7 rincones imprescindibles de este pueblo de Salamanca
Candelario es uno de los pueblos que encontrarás en la provincia de Salamanca y que, sí o sí, debes descubrir. Estos son los rincones imprescindibles.
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Candelario se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los pueblos de la provincia de Salamanca que más visitas recibe año tras año. Y no es para menos. Este pueblo está situado cerca de la Vía de la Plata, por lo que no es ningún secreto que durante el paso de los años ha ido adquiriendo una gran importancia a nivel cultural como histórico.
Entre otras tantas cuestiones, durante la Reconquista, las tierras de Béjar pasaron a formar parte del conocido como concejo de Ávila, que fue repoblada tanto de la ciudad castellana como de otras del reino allá por 1209. Es entonces cuando Alfonso VIII de Castilla creó la conocida como Comunidad de Villa y la Tierra de Béjar donde se encontraba Candelario.
A finales del siglo XIV, el señorío de Béjar y Candelario pasó a la familia Zúñiga hasta el año 1812 cuando, por la Constitución de Cádiz, los señoríos pasaron a la historia. Hasta el año 1833 cuando se crearon las provincias que conocemos en la actualidad, integrando Candelario en la de Salamanca. Ahora bien, ¿qué hay que ver o conocer de este pueblo?
Batipuertas
Es una de las cuestiones a tener en cuenta si decides visitar Candelario. Se cree que tenían una utilidad muy concreta: cubrir las entradas de las casas de la nieve que, en invierno, cae sobre el pueblo. Lo cierto es que su principal función es cubrir a los matarifes de la sangre de los animales. Y es que, en la antigüedad y en épocas de matanza, a los animales se les ataba a unos fierros situados junto a las batipuertas para que no pudieran moverse y, de esta manera, matarlos con facilidad. Cuando cerraban estas curiosas puertas a media altura, los matanceros sacaban parte de su cuerpo para apuntillar a los cerdos o a la res, y así no salpicara esa sangre.
Sus curiosas regaderas
Estamos hablando de pequeños canales que atraviesan Candelario. Estas regaderas tan peculiares parten de dos grandes acequias que se van ramificando en otras más pequeñas alrededor del pueblo. Era la manera de mantener limpio el pueblo tras las matanzas, así como saneamiento antes de que en el año 1933 se creara una red. Cuando los animales morían junto a las conocidas batipuertas, la sangre discurría por estas regaderas para evitar que la sangre ensuciara Candelario.
Las fuentes de CandelarioEs, sin lugar a dudas, una de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de visitar este pueblo salmantino. Hay muchas fuertes repartidas por toda la villa, tanto es así que son 18. La mayoría de ellas cuentan con su propio manantial. Las más espectaculares, sin lugar a dudas, son la Fuente de la Carretera, de Perales, La Romana, la del Arrabal, la Cruz de Piedra, la Hormiga y la del Barranco. Debemos tener en cuenta que, en la antigüedad, Candelario tenía tres entradas (camino viejo, puentes y Navacarros) y en cada una de ellas se construyeron tres fuentes romanas de pilón pequeño que aún se pueden ver en la actualidad: la de las Ánimas, la de los Puentes y la de los Lapachares.
Su magnífica arquitectura
Es tan peculiar y fascinante que, desde luego, no deja indiferente a nadie. Los habitantes de Candelario han sabido mantener intacta esa arquitectura de casas chacineras de tres plantas, de madera de castaño, piedra y forja, construidas para la industria chacinera. Recordemos que desde inicios del siglo XVII hasta el XX ha sido la actividad principal de este pueblo. A finales del siglo XIX, el pueblo experimentó diversas modificaciones estructurales en varios edificios, donde predomina la arquitectura ecléctica.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Nada más pasar por las plazas de la Cantimplora y el Solano llegamos a esta iglesia, considerada la más importante del pueblo. Es de estilo medieval y en ella se aprecian diversos estilos arquitectónicos. Cabe destacar que la primera piedra de esta iglesia se colocó en el año 1329. Está construida, a su vez, en el centro de Candelario, en la zona más elevada.
Ermita Santísimo Cristo del Refugio
Una vez recorres la Calle Mayor te encontrarás con esta Ermita, también conocida como Ermita del Humilladero. Fue construida entre los siglos XV y XVI. En este lugar se encuentra la imagen del Santísimo Cristo, una escultura que data de la época de los Reyes Católicos. A su vez, en esta Ermita encontramos la imagen de San Vicente Ferrer y la del Cristo Amarrado a la Columna.
Ayuntamiento de Candelario
Si visitamos la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción encontramos una de las edificaciones más sorprendentes de este pueblo salmantino. Es, curiosamente, el Ayuntamiento. Este edificio se construyó en el año 1895, por lo que pertenece a esa arquitectura civil que predominó en el siglo XIX. Lo que más llama la atención, además de su fachada, es la escalera de piedra que encontrarás en su interior.
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