ANDALUCÍA
Casa de Pilatos de Sevilla: su curiosa historia y el origen de su peculiar nombre
Viajamos hasta Sevilla para conocer la historia que esconde la espectacular Casa de Pilatos. ¡Una visita más que obligada!
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Sevilla, una de las ciudades con más encanto que podemos encontrar en nuestro país. Y siendo honestos, no es para menos. Cada vez son más las personas que deciden viajar hasta la capital de Andalucía para disfrutar de sus construcciones, sus monumentos y sus rincones de ensueño.
Uno de los lugares más visitados por los turistas, año tras año y sin lugar a dudas, es la Casa de Pilatos. Se trata de un palacio perteneciente a la conocida Casa de Medinaceli. Estamos, sin lugar a dudas, ante un edificio que se ha convertido en todo un emblema de la arquitectura civil del siglo XVI.
La Casa Pilatos de Sevilla, a través de su historia
Para comenzar, debemos saber que la construcción de este impresionante palacio comenzó, aproximadamente, en el año 1483. Y todo gracias a Pedro Enríquez de Quiñones y su mujer, Catalina de Ribera, conocidos por ser los fundadores de la Casa de Alcalá. Entre sus numerosos datos curiosos, debemos mencionar que se erigió sobre unos solares que, precisamente, fueron confiscados por la Inquisición.
En 1493, Pedro Enríquez falleció por lo que la viuda se encargó de llevar a cabo la configuración inicial de este palacio. Eso sí, tanto su hijo como su nieto fueron los que ampliaron y completaron toda la decoración de esta construcción tan sumamente sorprendente y espectacular.
Fadrique Enríquez, considerado primer Marqués de Tarifa realizó un viaje a la Ciudad Santa de Jerusalén entre los años 1518 y 1520 por el que tuvo que atravesar toda Italia. Fue entonces cuando se quedó profundamente impactado con el arte renacentista de estas ciudades.
Unas ideas que quiso trasladar a su palacio en Sevilla. Por lo tanto, dio el paso de combinar a la perfección el destacado estilo renacentista italiano con el mudéjar sevillano. Poco después, el sobrino y heredero de Fadrique Enríquez realizó numerosas reformas entre 1568 y 1571 para acoger su amplia colección de arte.
Pero ese viaje también tiene estrecha vinculación con el nombre de Casa Pilatos. Y es que él mismo comprobó que la distancia entre la casa de Poncio Pilatos y el Gólgota, era exactamente la misma que había entre este palacio y la Cruz del Campo. De ahí que la construcción fuera apodada con ese nombre tan sumamente sorprendente y peculiar.
A pesar de lo importante que fue para la historia de esta ciudad, cabe destacar que, durante el siglo XVIII, la Casa Pilatos estuvo en un avanzado estado de abandono. Por fortuna, a finales del siglo XIX se procedió a su reconstrucción. Esto hizo posible que, poco a poco y con el paso del tiempo, se haya convertido en uno de los grandes atractivos de Sevilla. Sin duda, si estás pensando en poner rumbo a esta ciudad andaluza, ¡es una de las visitas obligadas!Publicidad