Castillo de Aguilar de Campoo: Pedro el Cruel encarceló a un cardenal en esta fortificación

Es el momento más que perfecto para viajar a uno de los lugares con más encanto que podemos encontrar en la provincia de Palencia. Estamos hablando, cómo no, de Aguilar de Campoo. Se trata de una localidad realmente sorprendente, en la que podemos encontrar numerosas edificaciones con una gran historia detrás.

Un claro ejemplo lo encontramos, sin lugar a dudas, en su Castillo. Es de origen medieval, y se trata de un conjunto de ruinas que presenta una planta trapezoidal. Bien es cierto que, a pesar de que el paso del tiempo ha hecho de las suyas, en la actualidad se conserva gran parte del conjunto exterior, así como muros y torres.

Es importante tener en cuenta que, entre los siglos IX y X, ya existía una pequeña fortaleza que coincide, precisamente, con la Torre del homenaje. Uno de los datos más curiosos sobre esta fortificación es que está asentada en un punto de lo más estratégico, concretamente en un peñasco de aproximadamente 970 metros de altitud. Debemos tener en cuenta que, a su vez, el Castillo de Aguilar de Campoo fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1949.

Castillo de Aguilar de Campoo, a través de su historia

Para conocer qué hay detrás de esta espectacular fortaleza, tenemos que tener en cuenta que su verdadero origen es nada más y nada menos que una torre defensiva. Ésta se erigió en la época de la Reconquista, aunque es cierto que los primeros testimonios de carácter documental nos hacen viajar al año 1039.

Este Castillo de Aguilar de Campoo se reformó en numerosas ocasiones entre los siglos XII y XIV. Un dato curioso es que, a mediados del siglo XIV, Pedro el Cruel ordenó encarcelar en esta fortificación al cardenal Pedro Gómez Barroso, obispo de Sigüenza, porque censuró la prisión de Blanca de Borbón, ordenada por su marido el monarca. Es importante recordar que don Pedro era hermanastro de Tello de Castilla, es decir, el señor de Aguilar.

Castillo de Aguilar de Campoo, a través de sus características

Para comenzar, debemos tener en cuenta que este Castillo se trata de nada más y nada menos que de un conjunto de arte románico. En su origen, constaba de dos entradas. La primera de ellas estaba situada en la fachada este y presentaba un arco apuntado. Sobre éste, aún se encuentran restos de varios escudos de armas.

La otra puerta estaba ubicada en la zona noroeste, y se encuentra en mal estado de conservación. Aunque el paso del tiempo ha hecho de las suyas en gran parte de la construcción, lo cierto es que lo que todavía está en pie nos otorga una idea de todas las vivencias y sucesos que ocurrieron tanto en él como en sus alrededores.