ALBACETE
Castillo de Almansa: su historia y el motivo por el que estuvo a punto de ser demolido
Viajamos hasta Albacete, concretamente a Almansa, para conocer la historia que esconde su espectacular fortaleza.
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Ponemos rumbo a la provincia de Albacete, donde encontramos un gran número de construcciones y monumentos que no dejan indiferente a nadie. Es hora de conocer la historia que esconde una de las construcciones más sorprendentes y significativas. Estamos hablando, cómo no, del Castillo de Almansa. Está situado sobre el Cerro del Águila, desde donde se observa una espectacular vista de la ciudad.
Muchos son los que aseguran que el castillo original se debe a los almohades. Y todo porque eran ellos los que utilizaban la técnica del tapial para ese tipo de construcciones de carácter defensivo. A pesar de todo, los restos de muros de tapial fueron levantados en entre el siglo XIII y el siglo XIV, coincidiendo con el dominio cristiano en la zona.
No fue hasta el siglo XIV cuando el Castillo de Almansa pasó a ser propiedad del señorío de Villena. De hecho fue don Juan Manuel quien, aprovechando esta construcción, ordenó reconstruir murallas y numerosos elementos defensivos. Algo que queda reflejado en diversos documentos que fueron publicados por Aurelio Pretel.
Precisamente en uno de ellos, que data del año 1338, se habla del aprovechamiento de las aguas de Alpera. De esta forma, se establecen una serie de penas que, en parte, se debían destinar a este castillo. Años después, en 1346, don Juan Manuel dio el paso hacer un trato de lo más curioso con el concejo de Almansa. Consistía en que cedía al concejo tierras de riego de su posesión y el agua que le correspondían, a cambio de una suma de maravedís para las obras del castillo.
De esta manera se podría saber que, en el documento de 1338, se refiere a una serie de fortificaciones que ya existían previamente. Y no fue hasta después de 1346 cuando se realizaron nuevas obras en esa fortaleza. Sea como fuere, es un hecho que Juan Pacheco, II Marqués de Villena, fue quien otorgó a este Castillo de Almansa el aspecto que conocemos actualmente.
Además, ordenó la construcción de una impresionante Torre del Homenaje (erigida entre los años 1449 y 1459), así como torres semicirculares en las murallas y, como no podía ser de otra manera, la espectacular barbacana defensiva. Sin duda, unas obras verdaderamente espectaculares y, sobre todo, necesarias para el aprovechamiento del enclave defensivo en el que estaba situado.
A pesar de todo, a partir del siglo XVI, esta fortaleza entró en un proceso de deterioro y abandono. Al perder su funcionalidad defensiva, se dejó de utilizar. Hasta tal punto llegó la cosa que en 1919, el alcalde de Almansa se vio en la obligación de denunciar el estado ruinoso en el que se encontraba la fortaleza. Es más, pidió permiso para proceder a la demolición.
Afortunadamente, tanto la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando como la Real Academia de la Historia, realizaron una serie de informes en los que dejaban claro que estaban en contra de la propuesta del Ayuntamiento. No solamente lograron evitar su demolición, sino que además el Castillo fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional a principios de febrero de 1921.
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