CASTILLA Y LEÓN
Castillo de Burgos: su vinculación con los Reyes Católicos y por qué fue utilizado como fábrica de pólvora
Es el momento de conocer la historia que esconde una de las edificaciones más singulares de Burgos. Estamos hablando de su Castillo.
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Viajamos hasta la ciudad de Burgos, en Castilla y León, para conocer la historia de su Castillo. Está situado en la parte más alta de un cerro, elevado a 75 metros sobre el nivel de la ciudad. Un dato curioso tiene una estrecha vinculación con el conde Diego Rodríguez Porcelos, ya que la primera torre de esta fortaleza fue erigida por él en el año 884, en la época de la Reconquista.
Tenemos que tener en cuenta que en el cerro en el que está situado el Castillo de Burgos se han encontrado restos de diversas etapas históricas. Como son el Neolítico, Calcolítico, Edad del Bronce y la primera parte de la Edad del Hierro. Aun así, la construcción del castillo fue prácticamente a la misma vez que la fundación de la ciudad burgalesa
El conde Diego Rodríguez Porcelos, a la par que iba creciendo la ciudad, tomó la iniciativa de construir una imponente fortaleza. Todos estaban de acuerdo en algo: transmitía una seguridad y una fuerza realmente apoteósica. En la época de Alfonso VIII de Castilla se realizó una primera y considerable trasformación.
La segunda de ellas se llevó a cabo en la etapa del rey Enrique IV de Castilla cuyo objetivo era claro: que ese Castillo dejase atrás su etapa defensiva para convertirse en un auténtico palacio. Éste llegó a ser habitado nada más y nada menos que por Juan II de Castilla y por su padre Enrique III de Castilla.
Es importante tener en cuenta que el Castillo y la ciudad, en diversas ocasiones, no fueron de la mano. Es más, el propio rey Fernando el Católico no dudó en asediarlo en plena guerra de sucesión contra Juana la Beltraneja. Un cerco que duró prácticamente dos años y en el que se libraron algunos combates que hicieron historia.
El Castillo de Burgos, utilizado como cárcel y fábrica de pólvora
A lo largo de los siglos, esta fortaleza ha tenido un gran número de usos. Uno de ellos fue ser cárcel de Estado. En ella han estado Tomás de Gorunay (que asesinó a Eduardo II de Inglaterra), el rey García de Galicia e, incluso, Alfonso VI de León. Es más, se dice que en este mismo punto fue ejecutado el infante Fadrique de Castilla, orden que dictaminó su propio hermano, Alfonso X el Sabio.
Los restos mortales estuvieron en un lugar indigno para alguien que había formado parte de la Familia Real hasta que, en 1282, fueron trasladados al ya desaparecido convento de la Santísima Trinidad de Burgos. Una decisión que tomó Sancho IV el Bravo, su sobrino.
Otro uso de lo más peculiar nos hace viajar a la Edad Moderna. Y es que, debido a la enorme evolución que hubo en las técnicas militares así como la lejanía de los escenarios bélicos, este Castillo perdió su función defensiva. En el siglo XVI, en ese mismo recinto, se asentó la que es considerada como la primera escuela de formación para astilleros en España. De hecho, en 1542, llegaron a fabricar nada más y nada menos que veinte quintales de pólvora. ¡Espectacular!
No podemos dejar de mencionar el histórico Pozo del Castillo de Burgos
Éste forma parte de ese complejo subterráneo que tanto caracteriza a esta fortaleza. Conocido como “Cueva del Moro”, data de los siglos XII y XIII y cuenta con diversas galerías de más de 300 metros de longitud. Estamos ante un cilindro hueco vertical con una profundidad de poco más de 62 metros de altura.
Es importante saber que las primeras referencias que hubo de este Pozo nos hacen viajar al año 1475. Por aquel entonces, se estaba llevando a cabo el asedio de las tropas de Isabel la Católica, ya que estaba protegido por aquellos que defendían que Juana la Beltraneja era la legítima heredera al trono de Castilla. Por lo tanto, ¡estamos ante una edificación que no te dejará indiferente!
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