CÓRDOBA

Castillo del Moral de Lucena: ¿sabías que Boabdil, emir de Granada, fue encerrado en esta fortaleza?

Viajamos a la provincia de Córdoba, concretamente hasta Lucena, para conocer la impactante historia del Castillo del Moral.

Castillo del Moral de Lucena

Castillo del Moral de LucenaImagen de Alberto Cabello Mayero en Wikipedia, licencia: CC BY 2.0

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la provincia andaluza de Córdoba, concretamente hasta Lucena. Allí encontramos un gran número de monumentos y construcciones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo es el Castillo del Moral.

También conocido como Castillo de Lucena, se trata de una espectacular fortaleza militar que, desde diciembre de 2001, alberga el Museo Arqueológico y Etnológico del municipio cordobés. Esta construcción está ubicada en el casco antiguo de Lucena, muy cerca de la también sorprendente Iglesia de San Mateo.

El Castillo del Moral, a través de su historia

A pesar de que no se descarta que haya restos romanos e íberos en el subsuelo de esta construcción, lo cierto es que esta fortaleza se erigió aproximadamente en 1148, tras la llegada del Imperio almohade a la zona. De esta forma, se erigió en un sitio verdaderamente estratégico, es decir, al frente del más que sonado avance de los reinos cristianos en la Península Ibérica.

No fue hasta el año 1240 cuando el Rey Fernando III de Castilla conquistó este castillo, así como las villas de la zona y optó por utilizar esta edificación como fortaleza fronteriza lo que hizo que, por aquel entonces, obtuviera un gran reconocimiento y relevancia no solamente histórica y arquitectónica, sino también defensiva. ¡No es para menos!

Poco después, este Castillo fue donado al Cabildo de Córdoba y, posteriormente, a la Orden de Santiago. En 1342, a cambio de unos terrenos, fue adquirido por Leonor de Guzmán, amante del Rey Alfonso XI. No solamente se hizo con este Castillo, sino también con el de Cabra y fue precisamente ahí donde nació un hijo ilegítimo del Rey, el que se convertiría en Enrique II. ¡Muy curioso!

Castillo de Lucena, Córdoba
Castillo de Lucena, Córdoba | Imagen de Tyk en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Leonor mantuvo la fortaleza situada en Lucena entre sus propiedades hasta su muerte en 1351. Fue entonces cuando regresó a manos de la Corona. 20 años después, el Rey Enrique II quiso donarlo a Juan Martínez de Argote y éste, cuatro años después, a su hija María Alfonso de Argote quien, a su vez, se había casado con Martín Fernández de Córdoba, alcaide de los Donceles. Desde ese momento, pertenece al linaje familiar de los Fernández de Córdoba, quienes participaron de forma activa en las guerras contra el Reino nazarí de Granada.

Es más, el municipio cordobés donde está ubicada esta fortaleza jugó un papel fundamental en aquella época. Un claro ejemplo es la Batalla de Lucena que se desarrolló en 1483. No solamente se capturó al emir Boabil, sino que fue encerrado en este castillo. Tras la conquista del Reino nazarí de Granada por parte de los Reyes Católicos en 1492, esta fortaleza dejó de ser utilizada como defensa de los territorios y pasó a ser residencia de los Marqueses de Comares. Siglos después, concretamente en 1767, este edificio regresó a manos de la Realeza.

Recuperación y establecimiento del Museo Arqueológico y Etnológico en el Castillo del Moral

El Ayuntamiento de Lucena compró este castillo a los Duques de Híjar en 1926 y, cinco años más tarde, la edificación fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC). En 1946, se tomó la firme decisión de eliminar las zonas que Luis Ramón Folch de Aragón ordenó construir en el siglo XVII y por las que se había perdido ese carácter defensivo de la fortaleza.

Años más tarde se llevaron a cabo una serie de actuaciones para la recuperación del edificio, como es la utilización del patio de armas para la celebración de espectáculos públicos (1986), consolidación de la Torre del Moral (1989) y la iluminación del Castillo (1997), esta fortaleza se adaptó para que pudiera acoger nada más y nada menos que el Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena que, desde luego, merece la pena visitar. No solamente por lo que encontramos en su interior, sino porque el lugar en el que está ubicado es verdaderamente mágico e inmejorable.

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