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Castillo de la Yedra de Cazorla: historia y todo lo que debes saber
Esta es la historia del Castillo de la Yedra de Cazorla, uno de los más espectaculares de nuestro país.
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No es ningún secreto que muchos son los castillos que podemos encontrar en España y que, además, guardan historias verdaderamente sorprendentes. Un claro ejemplo lo encontramos en el Castillo de la Yedra de Cazorla. Debemos tener en cuenta que estamos ante un antiguo enclave cuyo origen es meramente defensivo.
Y es que está en un lugar tan sumamente privilegiado como es la parte inferior del cerro que lleva por nombre Salvatierra, cercano al río Cerezuelo. Este Castillo de la Yedra data nada más y nada menos que de la época bereber aunque fue terminado por los castellanos. Desde ese mismo punto no solamente se divisa toda Cazorla, sino también sus alrededores.
¿Cuáles son los orígenes del Castillo de la Yedra de Cazorla?
Muchos son los que aseguran que, para conocerlos, deberíamos viajar a la época almohade, concretamente al siglo XII. Aunque es importante saber que, como mencionamos anteriormente, fueron los cristianos los que durante los siglos XIII, XIV y XV lo terminaron. De ahí que gran parte de sus interiores destaquen por su estilo gótico.
A su vez, es importante saber que consta de dos partes que están perfectamente diferenciadas. Estamos hablando por un lado de la conocida como Sección Histórica que podemos encontrar en la Torre del Homenaje y, por otro lado, la Sección de Artes y Costumbres (en la edificación anexa).
Todo lo que debes saber de la Sección Histórica del Castillo de la Yedra
Está situada, sin lugar a dudas, en la parte más notable de este castillo puesto que cuenta con una mayor riqueza de materiales. Esta zona tiene tres estancias y su construcción se debió para que fuera de uso militar, pero también como palacio de un señor feudal. De ahí que presente una arquitectura bastante sobria.
Todo lo que debes saber de la Sección de Artes y Costumbres del Castillo de la Yedra
Consta de nada más y nada menos que tres salas. La primera de ellas es la entrada al Museo, que cuenta con tres paneles con diversos útiles agrícolas. En la segunda encontramos una serie de maquetas de molinos de aceite, que pertenecen a varias épocas, así como restos de la cerámica árabe que encontraron en este Castillo.
Tercera y última sala. Se decidió adaptarla para montar una cocina cazorleña. La estancia que se completa, sin lugar a dudas, con las maquetas de un cortijo de campaña y otro absolutamente típico de la sierra. Una oportunidad única para viajar en el tiempo sin necesidad de salir de este sorprendente Castillo.
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