RUTA POR LA HISTORIA EN PORTUGAL
7 castillos del Alentejo que hay que visitar
La región del Alentejo es amplia y diversa, tanto como sus propios castillos, en los que cada uno tiene su encanto particular. Visitamos los más interesantes, los que no hay que perdonar en una visita por el centro de Portugal.
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El Alentejo es una región de suaves colinas. Allí crece la mayor parte de los alcornoques portugueses (no en vano, Portugal es el mayor productor de corcho del mundo) y también se cultiva el olivo y la vid. Sus playas del litoral padecen fuertes vientos, que hacen que tengan formaciones de dunas espectaculares y que estén muy poco urbanizadas. Y allí, con tanto contraste, en una zona que fue continuamente invadida por distintos pueblos hasta la Reconquista, encontramos todo tipo de fortificaciones. Vamos a hacer una ruta a través del Alentejo recorriendo sus castillos.
1. Castillo de Beja. Situado en la localidad del mismo nombre. Esta ciudad sufrió sucesivas invasiones desde los visigodos, que vivieron en ella hasta la conquista musulmana en el siglo VIII, por lo que hay muchas muestras de la cultura visigoda en la misma. La ciudad se reconquistó bajo el reinado de Alfonso III, que restituyó su importancia económica. El castillo se construyó bajo el mandato del rey Dinis en 1310 y fue reformado con elementos de arquitectura manuelina en el siglo XVI, destacando en la Torre del Homenaje la ventana geminada que da a la plaza de armas. El elemento más importante del conjunto es la citada torre, pero también destaca la escalera de caracol, que tiene 183 peldaños desde donde se contemplan las mejores vistas de la ciudad.
2. Castillo de Moura. Un interesante pueblo situado junto al Guadiana, en una zona de suaves colinas y extensos olivares y viñedos. Fue reconquistada a los musulmanes en 1166 y mantiene muchas muestras de su arquitectura; es imprescindible un paseo por la Morería, es uno de los barrios árabes mejor conservados del país. Junto con otros monumentos, el castillo de Moura merece una mención especial. Su construcción comenzó bajo el reinado de D. Dinis y continuó ampliándose en el de Manuel I. Actualmente está en ruinas pero tiene un encanto especial con los vestigios de las 9 torres que poseía y es uno de los ejemplos de arquitectura militar de la Península.
3. Castillo de Serpa. Sobre una elevación en la orilla izquierda del Guadiana, se encuentra la villa de Serpa. Es de origen romano, sufrió sucesivas invasiones y conquistas musulmanas hasta que el rey Sancho II la devolvió a soberanía portuguesa en 1232. Bajo el reinado de D. Dinis se le concedió un nuevo fuero y se amplió y mejoró su castillo. Son espectaculares las ruinas del castillo, especialmente de uno de sus torreones que se ha caído y está literalmente encajado sobre las cabezas de los visitantes que pasan por debajo. También es impresionante la muralla, que se aprovechó como acueducto.
4. Castillo de Monsaraz. Una bella villa medieval construida en cal y pizarra. Se convierte en un ‘museo abierto’ en los meses de julio y en ella se puede disfrutar de artesanía, gastronomía y espectáculos culturales. Tiene un impresionante castillo con una fortaleza que abraza el pueblo y una peculiaridad: una plaza de toros dentro de su patio de armas. También es muy interesante la Torre del Homenaje medieval.
5. Castillo de Marvâo. Este pueblo es geográficamente una fortaleza por su ubicación: sólo es accesible por la zona este, hacia donde fue creciendo la población. En poder de los musulmanes hasta la conquista por Afonso Henriques, primer rey de Portugal.
6. Castillo de Castelo de Vide. Este pueblecito guarda en sus estrechas calles una Judería, de las mejor conservadas de Portugal; fue uno de los ejemplos más importantes de la presencia de judíos en el país, que se remonta al siglo XIII. El castillo está rodeado de blancas casas y es una sorpresa para los visitantes. Desde lo alto del mismo se puede contemplar el paisaje alentejano en todo su esplendor.
7. Castillo de Estremoz. La localidad de Estremoz llama la atención por la blancura de sus casas. Está dividida en dos partes: la ciudad medieval -junto al castillo- y la zona moderna -fuera de sus murallas-. Es una zona conocida por la extracción de mármol blanco, no en vano Portugal es el segundo exportador de mármol del mundo. Posee un rico patrimonio cultural en el que destacan el castillo con su muralla medieval y la ciudadela del siglo XIII.
Más información:
Turismo de Portugal
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