CATALUÑA
La Catedral Nueva de Lleida y sus dos Vírgenes: la Moreneta y la Virgen del Chichón
Lleida tiene como su más emblemático monumento la Catedral Vella pero también tiene una Catedral Nova (nueva) en la que se veneran dos imágenes de la Virgen.
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La Seu Vella, la Catedral antigua de Lleida, es sobradamente conocida. Su estupendo estado de conservación y el maravilloso enclave en el que se encuentra hacen que sea el primer lugar que se visita en la ciudad. Pero en este viaje vamos a conocer la Catedral Nueva y las joyas que guarda.
Cuando la Seu Vella se abandonó y se convirtió en cuartel, se comenzó la construcción de la Catedral Nueva gracias a las aportaciones de los leridanos, del rey Carlos III y del obispo Joaquín Sánchez. Las obras se prorrogaron durante veinte años, entre 1761 y 1781, y concluyeron con un hermoso edificio de estilo barroco que se sitúa frente al Antiguo Hospital de Santa María, en pleno centro leridano.
Las escalinatas tienen tres puertas de hierro de medio punto y torretas laterales y dan acceso a la puerta principal, que cuenta con el escudo de los Borbones en la parte superior. El edificio tiene una planta con tres naves y, en el centro, una esbelta columna de estilo corintio.
Posee un archivo capitular que está considerado uno de los archivos eclesiásticos más ricos de Cataluña. Tiene más de trece mil libros, dieciséis mil pergaminos e infinidad de incunables. Para los estudiosos es un paraíso que también cuenta con una amplia hemeroteca con un extenso fondo musical, cartográfico y fotográfico.
En el interior, que fue en parte destruido durante la Guerra Civil, se encuentra una imagen de la Virgen de Montserrat (la Moreneta) de Josep Obiols. La patrona de Cataluña es festejada el veintisiete de abril.
Pero también guarda una hermosa imagen de la Virgen del Azul o Virgen del Chichón. Vamos a conocer la curiosa leyenda en torno a su nombre. Es una escultura gótica del año 1447 y representa a una serena dama que tiene a su hijo en brazos.
Parece que el escultor Jordi Safont recibió el encargo de esculpir dos imágenes, una para la Seu Vella y otra para el Hospital de Lleida. Tan sobrecargado estaba de trabajo que tomó los dos bloques de piedra y le dio uno de ellos a un ayudante para que esculpiera una de las Vírgenes. El resultado de su aprendiz fue tan bueno que Safont, muerto de envidia, le lanzó un martillo a la cabeza de la imagen para destruirla y, a consecuencia de este golpe, dejó un moratón azul en la frente de la Virgen.
La realidad es que la marca azul es un defecto de la policromía, ya que la imagen estuvo muchos siglos a la intemperie, pero la leyenda hace que en Lleida se la conozca cariñosamente como la Mare de Déu del Blau (la Virgen del Azul o Virgen del Chichón). Las leyendas perduran en el tiempo y, desde luego, tienen más encanto que la realidad.
Si te acercas a Lleida tienes que visitar su Catedral nueva y, por supuesto, buscar el moratón en la frente de la Mare de Déu del Blau.Publicidad