Museo Arqueológico Nacional
Cinco joyas que se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional
El Museo Arqueológico Nacional (MAN) continúa siendo uno de los grandes desconocidos de Madrid.
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La Dama de Elche
Podríamos decir que la Dama de Elche es la “Joya de la Corona” de este museo, pues es una muestra de la sociedad y el arte íbero. Debemos tener en cuenta el excepcional estado de conservación en el que se encuentra, aunque originalmente estaba policromada y los ojos estaban rellenos de pasta vítrea. La parte posterior tiene una apertura lo que lleva a la suposición de un posible uso como urna cineraria. La Dama de Elche, así ya que fue hallada en el pueblo homónimo, y nos presenta a una mujer de facciones perfectas y ataviada de una forma rica y abundante. Data del siglo V-IV a. C.
Toros de Costix
Los Toros de Costix constituyen tres piezas de bronce que muestran la maestría de la Cultura talayótica, y están datados entre los siglos V y III a.C. Estas esculturas fueron encontradas en 1895 en el santuario de Son Corró, Costitx, localizado en Mallorca. Las orejas y los cuernos se fundieron por separado, uniéndolos posteriormente a la cabeza con remaches. Los ojos, en algunos casos, estaban rellenos de pasta vítrea. Actualmente se cree que los Toros eran la representación de una divinidad.
Livia
Esta escultura de la Hispania romana representa a la emperatriz Livia como la diosa Fortuna o Abundancia. El cuerno de la abundancia o cornucopia, nos ayuda a identificar dicho simbolismo. La cabeza de la emperatriz Livia está cubierta por un manto, dando a entender que ya había incorporado a su nombre el de Julia Augusta, pues era la esposa del emperador Augusto. Estamos ante una de la delas piezas más importantes de la colección del MAN, pues muestra el arte que se dio en la península durante el predominio del Imperio Romano.
Cúpula de Torrijos
Esta cúpula del siglo XV realizada con madera y yeso, estuvo originalmente en el Palacio de Altamira, en la localidad toledana de Torrijos. A principios del siglo XX el palacio fue desmantelado, quedando sus techos, cúpula y fachadas conservadas en diferentes museos. La que alberga el Arqueológico es ataujerada y descansa sobre pechinas de mocárabes y sobre dos frisos superpuestos, los cuales están decorados con franjas ajedrezadas, conchas de peregrino y las eses nobiliarias de D. Gutierre de Cárdenas. En el último friso encontramos una corona circular que da lugar a la gran cúpula, cuajada de tracería arabesca, dorada y pintada en azul y rojo.
Ataúd de Taremetchenbastet
El Sarcófago de Taremetchenbastet está realizado en madera y fue elaborado en la Dinastía XXVI, (672 a 525 a. C.), la última dinastía nativa que gobernó Egipto antes de la invasión de los persas. Llama la atención el buen estado de conservación en el que se encuentra y es una de las piezas más destacadas del Museo. Nos brinda la oportunidad de acercarnos a la milenaria y rica cultura egipcia, sin necesidad de desplazarnos hasta Egipto. Es todo un lujo del que tenemos gran suerte de poseer.
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