Monasterio de Piedra: Historia, naturaleza y belleza
Cinco razones para visitar el Monasterio de Piedra
Este monasterio circense fue fundado en 1194 por trece monjes en honor a Santa María la Blanca en el antiguo castillo de Piedra Vieja y junto al río Piedra. Hoy en día es uno de los entornos naturales e históricos más bellos de nuestro país.
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Una de las curiosidades que esconden sus paredes es que fue, lo que podríamos entender como la primera fábrica de chocolates de Europa. Ya que fue donde se cocinó este manjar por primera vez, en 1534. Pues Hernán Cortés había viajado a México acompañado por Fray Jerónimo Aguilar, quién le envió al abad del Monasterio cacao y la receta para cocinarlo. Lejos de darle al chocolate forma de tableta, lo dejaron líquido como el chocolate a la taza.
El cenobio combina diferentes estilos arquitectónicos, pues se construyó en tres fases. La primera durante el siglo XVIII que responde a un gótico más primitivo. A lo largo del siglo XVI se llevó a cabo la parte gótica más renacentista; y finalmente en el siglo XVIII se hizo la parte más barroca, pues era el estilo por antonomasia de esa época. Era un recinto amurallado al que se accedía por la torre del homenaje.
Tras la desamortización de Mendizábal, en 1835 el complejo religioso fue abandonado y la iglesia destruida. El claustro sigue intacto y destacan sus grandes arcos apuntados y sus capiteles con labrados follajes. Por otro lado, la escalera principal también deja sin respiración, pues se divide en dos ramales y toda ella está sostenida toda por arcos y bajo una hermosa bóveda.
Está considerado como uno de los ecosistemas con mayor riqueza biológica. Lo especial de este sito es que no solo está el monasterio, también cuenta con un Parque Jardín Histórico del siglo XIX. Es un Parque Natural que ofrece una agradable experiencia a quien pasea por allí. Muestra un despliegue de belleza y naturaleza inagotable. Los senderos y caminos, se cruzan en numerosas ocasiones, con arroyos, cascadas, lagos, grutas y árboles centenarios. El río Piedra forma parte de este paisaje y genera un entorno propicio para que haya una gran variedad de flora y fauna.
Se creó la primera piscifactoría de España. En 1867 Juan Federico Muntadas, creó el primer centro de piscicultura de España siguiendo el modelo de los que se estaban implantando en Alemania, Suiza y Francia. Se criaban truchas, salmones y cangrejos. Esta iniciativa formaba parte del proyecto de revalorizar y recuperar el Monasterio de Piedra que este escritor, político y piscicultor quiso llevar a cabo.
Forma parte de los Bienes de Interés Cultural de nuestro país. En 2009 el departamento de Educación, Cultura y Deporte del gobierno de Aragón se encarga de aumentar la protección de este bien inmueble. Monasterio de Piedra es declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento.
Estas son tan solo algunas de las numerosas razones por las que deberíamos visitar el Monasterio de Piedra, al menos una vez cada cinco años.
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