Ciudad Rodrigo
Ciudad Rodrigo, una ciudad con muralla medieval en pleno siglo XXI
Ciudad Rodrigo es una de las ciudades más emblemáticas de la provincia de Salamanca. Conserva su muralla medieval, y entre sus calles descubriremos auténticas obras de arte, y deliciosas muestras de su gastronomía.
Publicidad
El monarca Enrique de Trastámara, más conocido como Enrique II de Castilla, manó construir el castillo, hoy reconvertido en Parador, en el siglo XIV sobre otro anterior. Tanto si nos alojamos en esta fortaleza de más de 700 años de antigüedad, como si no, deberíamos aprovechar a entrar y tomar un café. Sentiremos lo que es estar entre paredes que fueron levantadas durante el medievo.
Desde este castillo parten los paños de muralla de la ciudad y que constituye uno de los principales puntos defensivos. Las murallas originales son del siglo XII, pero el paso del tiempo no perdona, por ello tuvieron que ser remodeladas en el siglo XVIII. Si queremos disfrutar de una vista de la ciudad poco usual y muy especial, solo tendremos que cruzar el rio Águeda y contemplar la ciudad desde la otra orilla. Veremos las siluetas de sus edificios recortadas en el horizonte.
La provincia de Salamanca fue tierra de Vetones, por eso es habitual encontrarse berracos por estas tierras. De hecho, junto al castillo podemos observar uno. Los berracos son esculturas de piedras y solían representar animales como toros, cerdos o jabalíes. Los vetones fue una cultura prerromana que pobló esta zona y otras de Castilla y León durante los últimos años del Neolítico. Otro ejemplo de berracos son los Toros de Guisando en Ávila. Otro vestigio del pasado lejano de Ciudad Rodrigo son las tres columnas romanas que se han conservado, y que hoy ocupan un monumento en la ciudad.
Quizá una de las joyas más bonitas de la ciudad es la catedral de la ciudad, construida en un estilo tardorrománico, a lo largo del siglo XII. Podríamos compararla con construcciones tan icónicas como la catedral de Zamora o la Colegiata de Toro. Es una joya arquitectónica y tiene un carácter único. En uno de los muchos paseos que podemos dar por esta villa, merece la pena adentrarse en ella. Pero no solo se queda en un solo estilo arquitectónico, ya que tiene añadidos neoclásicos como la torre. Junto a la catedral se alza la capilla Cerralbo, de estilo herreriano, fue construida por la familia del marqués como mausoleo familiar.
Y para llevarse una visión lo más completa posible de Ciudad Rodrigo, no podemos olvidarnos de su gastronomía. Entre sus platos más emblemáticos encontraremos el hornazo, la típica empanada de Salamanca. A menudo, es una especie de empanada rellena de productos de carnicería, principalmente: lomo, jamón, chorizo, etc. que se cuecen conjuntamente con la masa en el horno.
También podremos probar las patatas rebozadas o a la importancia: rebozadas con harina y huevo, fritas y después cocidas con laurel y un sofrito de aceite, ajo, cebolla y perejil. O las archiconocidas sopas de ajo, aquí salpicadas con tropezones de jamón ibérico. Así como su versión charra del cocido, o diferentes productos cárnicos como el rabo de toro.
Publicidad