Consejos viajeros e italianos
6 cosas que debes saber antes de visitar Roma
Roma es una de las ciudad más disfrutables del mundo, pero también hay que ir preparado para ciertas cosas. A continuación, seis detalles que debes tener en cuenta antes de planear un viaje a la ciudad eterna.
Publicidad
Se dice que hay que visitar Roma al menos una vez en la vida y no puedo estar más de acuerdo con esta afirmación. El turista puede terminar enamorado de la ciudad eterna... o puede que no piense en regresar porque sus encantos no han sido suficientes para compensar el caos del que algunos hablan cuando definen la capital italiana. Es cierto que puede resultar caótica en ciertos aspectos, pero no debería ser un detalle que arruine nuestra experiencia.
Sobre todo si vamos mentalizados de aquello que puede resultar molesto para quien no sepa demasiado del ritmo de vida que encontramos en Roma. En este sentido, os dejamos a continuación seis elementos que pueden hacer que vuestro viaje sea aún más satisfactorio de lo que sería de cualquier manera. En nuestra opinión, nada puede arruinar la visita esta bella ciudad.
1. Hay que reservar con tiempo
Todo. Desde los billetes de avión, hasta el alojamiento, pasando por los museos, monumentos o iglesias que sabéis que vais a querer visitar. De esta manera, os evitaréis pagar un precio elevado y os ahorraréis las colas propias de Roma en un punto de interés. Es una forma de cuidar el tiempo que vamos a pasar en la ciudad.
2. Siempre habrá mucha gente
En cualquier época del año. Es algo que debemos tener presente y de lo que debemos ir mentalizados, porque es muy complicado que encontremos la ciudad sin una gran masa de turistas. Roma es visitada todos los días del año, sin importar las condiciones climáticas. Digamos que no conoce la “temporada baja”; y si la conoce, es una temporada baja muy peculiar. Hay que tener paciencia y llevarlo bien.
3. Hay que caminar mucho
Sabemos que en la cabeza de las personas que quieren visitar la ciudad está presente este detalle, pero no sabemos si lo saben con plena conciencia, así que lo repetimos: hay que andar mucho, mucho, mucho. Para disfrutar de Roma hay que patearla, así que también en este sentido hay que acudir mentalizados. Además, la opción de tomar el transporte público no es una idea demasiado buena, pues no es uno de los más prácticos del mundo, por decirlo de algún modo.
4. Cuidado con la ropa
En primer lugar, con el calzado. No penséis que a vosotros no va a pasaros factura lo de andar mucho porque estáis acostumbrados a esas botas que tanto os gustan, porque si no lleváis calzado cómodo, deportivo, terminaréis sufriendo. Y cuidado con la ropa en otro aspecto: en las iglesias, no se puede entrar con los hombros y las piernas al descubierto. Puede que en algún caso os libréis por alguna carambola, pero no tentéis a la suerte. Llevan este asunto con mucha seriedad.
5. Hay que informarse
Si eres de los que no les gusta planear un viaje y prefiere ir descubriendo cosas de manera improvisada, lamentamos decirte que, aunque Roma tiene encanto suficiente para disfrutarla haciendo esto, no aprovecharás bien la ciudad. Es mejor tener un mapa a mano, apuntar los lugares que queremos descubrir y tener en cuenta ciertas cosas. Por ejemplo, cuándo son gratis los ingresos a museos o a qué hora cierran las iglesias, que suele ser pronto. A Roma es mejor ir informado.
6. Es fácil saturarse
Con una superficie de más de 1.200 kilómetros cuadrados, podéis haceros una idea de la cantidad de iglesias, templos y esculturas que encontraréis en Roma. Si dedicamos un día entero a lo primero, ver iglesias, seguramente en torno a las 12 de la mañana estéis saturados y ya nada pueda sorprenderos. Por eso, nuestra recomendación es que vayáis alternando entre actividades diferentes. Al fin y al cabo, Roma es una ciudad riquísima en la que puede hacerse de todo, siempre tendremos una alternativa que nos distancia de la anterior y de la siguiente. Así será todo más llevadero, huiremos de esa saturación y observaremos las cosas con otra mirada.
Publicidad