SALAMANCA
La curiosa historia de El Cielo de Salamanca: qué es, dónde se encuentra y cómo fue redescubierto
Ponemos rumbo a la siempre mágica ciudad situada en Castilla y León para conocer la historia tras El Cielo de Salamanca.
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Viajamos hasta la preciosa ciudad de Salamanca, donde encontramos un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente mágicos. A su vez, también podemos encontrarnos con rincones de ensueño que consiguen dejar sin palabras a miles de personas. Un claro ejemplo es el conocido como Cielo de Salamanca.
Pero ¿qué es exactamente? Se trata de una pintura mural que ha sido atribuida a Fernando Gallego y que es nada más y nada menos que una tercera parte de la decoración de la bóveda de la que era la Biblioteca de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca. En esa pintura tan peculiar encontramos una representación astrológica, donde apreciamos el Sol, Mercurio, constelaciones y hasta signos del zodiaco.
El Cielo de Salamanca, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que entre los años 1473 y 1479 se construyó una nueva biblioteca sobre la antigua capilla, dedicada a San Jerónimo, que había en la facultad. Se buscaba construir una bóveda de cañón dividida en tres tramos por dos arcos fajones. Para la decoración se contó con Fernando Gallego, comenzando su proyecto en 1483 y finalizándolo en 1486.
Tiempo después, concretamente en 1503, se llevaron a cabo una serie de reformas en varias de las estancias de este edificio. Entre ellas, la capilla. En ella se situó un impresionante retablo que provocó que se derribase parte del techo. Tan solo tres años más tarde, se reubicó la librería por lo que la obra de Fernando Gallego se convirtió en el techo de esta capilla. Estas obras alteraron considerablemente la pintura, teniendo en cuenta que previamente ya estaba sufriendo un gran deterioro como consecuencia de la humedad.
Un par de siglos después, en 1761, esta capilla fue reformada de manera integral. Así pues, se optó por cubrir esa pintura con un falso techo. No fue hasta 1901 cuando el profesor García Boiza redescubrió esa espectacular obra. Entre los años 1951 y 1952, se llevó a cabo un amplio proceso de restauración, donde se retiró la bóveda original para traspasar esa pintura a un lienzo y trasladarlo a su nuevo emplazamiento.
El término Cielo de Salamanca comenzó a utilizarse en el año 1951 tras ser designado como tal por Rafael Láinez Alcalá, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Salamanca. Como curiosidad, cuando Salamanca fue escogida como Ciudad Europea de la Cultura en 2002, se utilizó este Cielo como inspiración para su logotipo. Un emblema que sigue presente, por ejemplo, en la Fundación Municipal Salamanca Ciudad de Cultura. Si estás pensando en viajar a esta ciudad repleta de belleza e historia, no dejes pasar la oportunidad de ver con tus propios ojos esta obra y descubrir esta original obra realizada por Fernando Gallego. Prometemos que merece muchísimo la pena. ¡Te dejará completamente sin palabras!
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