Descubre la Casa Corberó, uno de los secretos de Barcelona

Corberó fue un reconocido escultor con una gran carrera a sus espaldas, fue el encargado de diseñar las medallas de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y sus obras se han expuesto en el MOMA de Nueva York y en el Victoria & Albert Museum de Londres, entre otros. En 1968 se topó con este terreno el que había nueve estructuras industriales deterioradas.

El escultor siempre afirmó que su intención era “hacer poesía”, y con esta escultura convertida en vivienda, desde luego que lo consiguió. Construyó su casa-taller empleando sobre todo dos materiales, el hormigón y la madera, creando una bella harmonía.

La estructura que está repleta de arcos recuerda a alguna de las pinturas del artista neerlandés M. C. Escher. Corberó aprovechó la luz que entraba por los arcos, con la distribución de las columnas y paredes, para provocar su reflejo. En algunos momentos del día, la casa parecía un caleidoscopio.

No contento con haber levantado una obra arquitectónica, pobló su casa con otras esculturas que Xavier Corberó había producido anteriormente, o que producía para ese lugar específico de su vivienda. Esto consigue transmitir un efecto casi de galería de arte.

Está repleta de patios internos y las estancias reciben gran cantidad de luz natural. El jardín está poblado de plantas, y como no, de esculturas del propio autor. La Casa Croberó ha sido la mayor del artista, una obra incompleta que estuvo en permanente desarrollo durante su vida.

Hoy en día, se ha convertido en una de las localizaciones más codiciadas entre las marcas de moda para hacer las fotografías de sus campañas. La estructura de hormigón repleta de arcos ha llamado la atención de diferentes y muy reconocidas marcas del mundo de la moda. Si la Muralla Roja de Calpe se convirtió en uno de los lugares más populares de Instagram, la Casa Corberó está conquistando las revistas.

Desde que falleciera Xavier Corberó en 2017, su mujer María Dolores Rica es la única que habita esta fortaleza laberíntica, y la que gestiona las visitas y sesiones de fotos.

El escultor fue gran amigo de Dalí, de hecho, podemos encontrar influencias surrealistas por los diferentes espacios de esta fortaleza escultórica.

La próxima vez que visitemos Barcelona, ya tenemos otro enclave más que añadir a nuestra lista. Así poco a poco, viaje a viaje, podemos ir descubriendo una de las ciudades más maravillosas del continente.