BARCELONA

Descubre el Palau de la Música Catalana, un tesoro modernista en Barcelona

Esta sala de conciertos tiene una acústica excepcional y unos detalles ornamentales coloridos y llamativos proyectados por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner.

Palau de la Música Catalana

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El Palau de la Música Catalana es un edificio situado en el barrio de la Ribera, en Barcelona, que a menudo pasa desapercibido. Muchas personas no lo conocen y nunca lo han visitado y los turistas, lo suelen dejar fuera de sus itinerarios. Pero lo cierto es que esto es un gran error, especialmente para los amantes de la arquitectura. Y es que este auditorio de música ubicado en la calle Alta de San Pedro es todo un tesoro modernista.

Sede del Orfeón Catalán, el Palau de la Música se construyó entre los años 1905 y 1908 y todavía hoy luce en todo su esplendor. El recinto fue proyectado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, quien está considerado como uno de los máximos representantes del modernismo catalán, y es toda una explosión de color.

Palau de la Música Catalana
Palau de la Música Catalana | Pxhere

Su estructura es muy avanzada para la época en la que fue diseñado y por todas partes está repleto de esculturas, mosaicos, forjas y vidrieras policromadas de lo más llamativas. Por eso, una vez allí, es imposible dejar de mirar hacia todos lados. Admirar la belleza de cada uno de sus detalles puede llevar incluso horas. Y la música, si es que se acude allí a ver un espectáculo en directo, suena especialmente bien entre sus paredes.

La acústica es prácticamente inmejorable y por eso, a lo largo de los años, han sido muchos los músicos y batutas que han interpretado y dirigido allí obras musicales. Richard Strauss, Daniel Barenboim o Pau Casals son algunos ejemplos. Pero lo cierto es que la lista es interminable, pues aunque en un primer momento el auditorio se destinara a conciertos de música orquestal e instrumental, así como a interpretaciones corales, actualmente algunos cantantes de otros géneros lo eligen como lugar en el que reunir a su público para un concierto de música en vivo.

Palau de la Música Catalana
Palau de la Música Catalana | Pxhere

Volviendo a su arquitectura, pues no se debe olvidar que ese es el tema central de este artículo, debemos decir que es una clara muestra de la originalidad de Domènech. En la parte exterior del Palau de la Música hay diversos elementos escultóricos que hacen referencia al mundo de la música, pero estos se mezclan con elementos arquitectónicos modernistas y barroquizantes.

Si hablamos del interior del auditorio, concretamente de la sala de conciertos, allí se mezclan diferentes materiales de construcción, pero priman el 'trencadís' (una aplicación decorativa de mosaico a partir de fragmentos cerámicos muy típico del modernismo catalán) y el vidrio policromado. Y no solamente la sala en sí misma está perfectamente ornamentada, sino que crea un conjunto de lo más armónico con el escenario, decorado en la parte trasera por los tubos del órgano.

Palau de la Música Catalana
Palau de la Música Catalana | Pxhere

La sala, además, ofrece como adelantábamos una gran explosión de colores. Pero además, presenta un fantástico juego de luces y sombras que le dan un aspecto teatral. Si bien la entrada es bastante oscura, una vez dentro la luz es espectacular. Pero no solamente esto llama la atención, sino que también lo hacen todos y cada uno de sus rincones. Sus vidrieras enormes, sus butacas cuidadas, sus columnas cargadas de mosaicos coloridos. Todo merece ser observado al detalle en el Palau de la Música Catalana.

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