Las puertas de Madrid
Estas son las puertas monumentales para entrar en Madrid
Es el momento de descubrir la historia de las puertas monumentales por las que entrar a la ciudad de Madrid. ¡Estamos seguros de que te sorprenderán!
Publicidad
En la antigüedad, Madrid contaba con nada más y nada menos que cinco puertas reales por las que se accedía a la ciudad. Cabe destacar otro dato más, y es que recibían los nombres de aquellas ciudades con las que conectaban, de manera directa. Estas son Segovia, Toledo, Alcalá, Atocha y Bilbao.
Bien es cierto que, en la actualidad, tan solo han llegado la de Toledo y la de Alcalá. A pesar de todo, con el paso del tiempo, se han levantado otras igual de espectaculares, aunque en diversos emplazamientos de Madrid. Por lo tanto, es el momento más que perfecto para descubrir esas cinco puertas monumentales que puedes ver en la capital de España.
Puerta de Alcalá
Ubicada junto al Retiro, en plena Plaza de la Independencia y entre las calles Serrano y Alcalá. La que conocemos en la actualidad sustituye a otra del siglo XVI, diseñada por Fernández de los Ríos bajo las órdenes del monarca Carlos III. Es de estilo neoclásico, inspirada en esos arcos de triunfos tan característico de los romanos. Cabe destacar que fue de la primera con estas características en construirse en Europa después de la caída del Imperio Romano. Otros ejemplos lo encontramos en el Arco del Triunfo (París) y Puerta de Brandeburgo (Berlín).
Puerta de Toledo
Es la tercera puerta de las que llevó ese nombre. La primera de ellas nos hace viajar al siglo XV. Posteriormente, se construyó otra a medida que ese límite de Madrid se ampliaba. La que vemos en la actualidad en la conocida Glorieta de Toledo fue diseñada por Antonio Aguado, y data de la primera mitad del siglo XIX. Debemos tener en cuenta, como dato, que fue la última puerta monumental que se construyó en ese antiguo recinto de la ciudad.
Puerta de San Vicente
En el año 1726, el que fuera corregidor de Madrid (similar a lo que hoy conocemos como alcalde) hizo un encargo a Pedro de Ribera. ¿En qué consistía? En la construcción de una espectacular puerta, a la altura del paseo de La Florida. Esta puerta tenía nada más y nada menos que tres arcos, adornada con una estatua de ese santo que le da nombre. Cincuenta años más tarde, la Puerta desapareció por lo que el rey Carlos III encargó a Sabatini la construcción de una nueva. Durante unas remodelaciones urbanísticas se desmontó y algunos de sus restos se perdieron. La que conocemos hoy en día es una réplica de la de Sabatini.
Puerta de Hierro
Este monumento lo podemos encontrar en una curiosa isleta, próxima a la autopista A-6, cerca del Monte del Pardo. Se construyó, precisamente, para dar entrada al Real Sitio, es decir, la residencia oficial de los Reyes de España durante mediados del siglo XVIII. Por lo tanto, nos situamos durante el reinado de Fernando VI. Ahora bien, ¿por qué recibió este curioso nombre? Por esa verja de hierro forjado que le diferencia del resto. A su vez, cuenta con dos esfinges, un escudo real y diversos ornamentos tanto militares como de caza.
Puerta Real
O también conocida como Puerta de Carlos III, data de la última mitad del siglo XVIII. ¿Dónde podemos encontrarla? En pleno Paseo del Prado. El encargado de diseñarla fue, cómo no, Sabatini y lo hizo como parte del proyecto del Real Jardín Botánico. Años después, concretamente en 1781, esta preciosa puerta quedó en desuso, ya que comenzó a utilizarse la Puerta Murillo. Es bastante similar a la Puerta de San Vicente, algo que no pasa desapercibido para nadie.
Publicidad