SALAMANCA

La historia de la Basílica de Santa Teresa de Alba de Tormes, que alberga varias reliquias de la Santa

Viajamos a la provincia de Salamanca, concretamente hasta Alba de Tormes, para conocer qué hay detrás de la Basílica de Santa Teresa.

Basílica de Santa Teresa de Alba de Tormes

Basílica de Santa Teresa de Alba de TormesImagen de Jorge González en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 2.0

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a un lugar verdaderamente fascinante que podemos encontrar en la provincia de Salamanca. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, de la villa ducal de Alba de Tormes. Allí encontramos un gran número de monumentos y construcciones verdaderamente sorprendentes y espectaculares.

Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida como Basílica de Santa Teresa. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los grandes símbolos de esta villa. No solamente por su belleza, sino porque en este templo se albergan los restos de Santa Teresa de Jesús. Por lo tanto, son muchos los peregrinos que se acercan a este lugar para visitarlos.

La Basílica de Santa Teresa de Alba de Tormes (Salamanca), a través de su historia

Se trata de un templo de estilo neogótico que fue concebido por nada más y nada menos que Enrique María Repullés y Vargas con un objetivo principal. ¿En qué consistía, exactamente? En albergar los restos de Santa Teresa de Jesús. Así pues, los peregrinos y visitantes que así lo desearan podrían acercarse hasta ese lugar para poder verlos. Se trata un excepcional proyecto de más de 3.000 metros cuadrados de extensión, con naves de hasta 11 metros de altura y un gran número de capillas laterales. ¡Una auténtica maravilla!

Las obras de esta Basílica comenzaron el primer día de mayo de 1898. El obispo Tomás Cámara fue clave para hacer efectivo este proyecto. Y todo porque consiguió movilizar a la sociedad salmantina a través de una carta pastoral, cuyo título era nada más y nada menos que “Santa Teresa nos pide una basílica”. Debemos tener en cuenta que, en un principio, la obra contaba con una financiación más que suficiente para completarla.

Alba de Tormes
Alba de Tormes | Imagen de Jorge González en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 2.0

A pesar de todo, las cosas no fueron tal cual se plantearon ni mucho menos. Y todo porque se reunieron varios y desafortunados factores. Por un lado, las dificultades del terreno puesto que está cerca del río Tormes, lo que hizo que los gastos de cimentación fueran más elevados de lo esperado. Por otro lado, en el año 1933 en plena II República, las obras se vieron interrumpidas de manera definitiva.

En noviembre de 2007, Carlos López Hernández, como obispo de Salamanca, firmó el acta de replanteo elaborada por el arquitecto Ricardo Pérez Rodríguez-Navas y el constructor Jesús Yáñez. De esta forma, se consiguió el objetivo de reanudar las obras de esta Basílica de Santa Teresa, a través de la cobertura del presbiterio y el ábside, hasta llegar al crucero.

Con este impresionante proyecto, Ricardo Pérez Rodríguez-Navas buscaba hacer un bonito homenaje a la espiritualidad cristiana, y hacerlo a través de esa luz que inunda el templo a través de sus vidrieras. Los motivos que podemos encontrar en estas cristaleras, como no podía ser de otra manera, se centran en la figura de Teresa de Jesús pero también en otras Santas y mujeres espirituales como son Teresa Benedictina de la Cruz, Catalina de Siena, Isabel de Portugal, Clara de Asís, Rosa de Lima o Eduviges de Andechs, entre otras tantas.

Las reliquias de Santa Teresa, uno de los grandes atractivos de esta Basílica

No es ningún secreto que esta Santa es una de las más conocidas en la historia del cristianismo, y no es para menos. Es por eso que, a lo largo de los siglos, sus reliquias han ido esparciéndose en numerosos templos alrededor de todo el mundo. Un claro ejemplo lo encontramos en su mano derecha, que está en el Convento de Carmelitas descalzas de Lisboa, mientras que el ojo y la mano izquierda están en Ronda.

La tráquea de Santa Teresa está en Nápoles, la clavícula derecha y uno de sus dedos en Bruselas mientras que una de sus costillas está en el Desierto de Sant Angelo de Lombardía. A pesar de todo, uno de los lugares más visitados y transitados por aquellos que sienten una profunda devoción y admiración por la Santa es, sin duda, Alba de Tormes.

Interior de la Basílica de Santa Teresa de Alba de Tormes
Interior de la Basílica de Santa Teresa de Alba de Tormes | Imagen de José Luis Gutiérrez Robledo en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Allí encontramos varias de las reliquias más preciadas de Santa Teresa. Se trata de su brazo izquierdo, su corazón y lo que queda de su cuerpo tras repartirse varios fragmentos en forma de reliquias. A finales de agosto de 2024, se procedió a la apertura del sepulcro tras 110 años desde la última vez. Los investigadores se quedaron fascinados al comprobar que el cuerpo no había sufrido ningún tipo de modificación a pesar de los años. Es más, lo califican como “incorrupto”. ¡Muy curioso!

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