CÁCERES
La historia del espectacular Castillo de Trujillo y sus orígenes árabes
Viajamos hasta Cáceres, a la localidad de Trujillo, para conocer el sorprendente origen de su fortaleza. ¡No te dejará indiferente!
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Extremadura, concretamente hasta la provincia de Cáceres. Allí encontramos un gran número de rincones, monumentos y edificaciones que sorprenden gratamente a viajeros y turistas. Un claro ejemplo es el Castillo de Trujillo. ¡Es verdaderamente impactante!
Estamos ante una espectacular fortaleza que se erigió entre el siglo IX y el siglo XII. Entre sus numerosas características, debemos tener en cuenta que se decidió construirlo en la parte más alta de la localidad, concretamente en un cerro que es conocido como nada más y nada menos que Cabeza del Zorro.
El Castillo de Trujillo, a través de sus características
Para comenzar, es necesario señalar que los restos más antiguos que se conservan en este castillo son dos aljibes árabes. Además, se construyó en dos bloques de granito de sillería y, alrededor, tiene varias e impresionantes torres cuadradas de carácter defensivo.
Dos de éstas, protegen la puerta de entrada que cuenta con un arco de herradura, así como una imagen de la Virgen de la Victoria, que es la patrona de Trujillo. No podemos dejar de mencionar que, durante el siglo XV, se tomó la firme decisión de añadirle un segundo recinto amurallado.
El recinto amurallado, un elemento a destacar
Es importante resaltar que las espectaculares murallas de Trujillo están construidas en mampostería y sillería, junto a almenas y algunas torres. En un primer momento, esta muralla contaba con nada más y nada menos que siete puertas pero, en la actualidad, solo se conservan cuatro. Éstas son conocidas como la Puerta de San Andrés, la de Coria, la de Santiago y, por último la del Triunfo.
Estas impresionantes puertas, que son elementos a tener en cuenta, fueron reformadas durante los siglos XV y XVI. No podemos dejar de mencionar que, en la actualidad, quedan nada más y nada menos que diecisiete torres con forma rectangular. El espacio que está situado dentro del recinto amurallado es conocido, popularmente, como barrio viejo de la villa.
Trujillo, a través de su historia
Para conocer su origen tenemos que viajar al siglo IX. Por aquel entonces, la comarca de Trujillo estaba dominada por una tribu bereber. En 1186, el Rey Alfonso VIII consiguió su objetivo, que no era otro que dominar la ciudad. Tan solo diez años después, este emplazamiento pasó a manos de los almohades.
Lejos de que todo quede ahí, tenemos que viajar al año 1232 cuando las órdenes militares la incluyeron, de forma definitiva, a la Corona tras haber estado bajo dominación árabe durante seis siglos. A pesar de todo, hay que destacar que el Rey Fernando II decidió empeñarla para obtener dinero. El Rey Alfonso XI la donó a su mujer, doña María de Portugal.
Lo que no podemos dejar de mencionar es que si hablamos del origen de Trujillo, tenemos que remontarnos a la época romana. Si hay algo por lo que llegó a ser conocida en todo el planeta, es porque fue cuna de conquistadores como es el caso de Pizarro, Orellana, García de Paredes o, incluso, Nuño de Chaves.
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