SORIA
Historia de la Iglesia de San Miguel de San Esteban de Gormaz, una de las grandes joyas del románico
Viajamos a la provincia de Soria para conocer qué esconde uno de los templos románicos más importantes de todo el país.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la provincia de Soria, concretamente a un lugar situado a unos 69 kilómetros de la ciudad. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, de San Esteban de Gormaz. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones de ensueño. Un claro ejemplo es la conocida como Iglesia de San Miguel.
Para comenzar, tenemos que tener en cuenta que San Esteban de Gormaz forma parte de una zona muy concreta, que destaca por contar con un gran número de edificaciones románicas perfectamente conservadas. Si hablamos de su historia, sobre todo entre los siglos X y XI, se trató de una zona fronteriza entre musulmanes y cristianos. Éstos consiguieron hacerse con el control de este lugar en 1060, en tiempos del Rey Fernando I y la Reina Sancha, al caer la fortaleza de Gormaz. Poco después de este año, se erigieron tanto la Iglesia del Rivero como la Iglesia de San Miguel, dos de los grandes ejemplos de construcciones románicas de este municipio soriano.
La Iglesia de San Miguel de San Esteban de Gormaz, a través de su historia
Como hemos mencionado, se cree que esta iglesia se erigió poco después de la toma de Gormaz. Y es que del año 1081 es la galería porticada que se encuentra adosada a la parte sur de la nave. Por lo tanto, en su origen, esta construcción tuvo una única nave que estuvo cerrada por una cubierta de madera y perfectamente rematada por una cabecera de ábside semicircular y un corto presbiterio.
Es importante destacar que precisamente este modelo de ábside acaba siendo nada más y nada menos que la base de ese lenguaje del Románico de Castilla. Originalmente, esta Iglesia de San Miguel de San Esteban de Gormaz contó con nada más y nada menos que una portada principal al sur, y la menor al oeste. Además, la iglesia se erigió sobre un campo de silos musulmán fuera del espacio amurallado de la ciudad.
No podemos dejar de mencionar la impresionante torre románica que se decidió adosar al norte del templo. Sus tramos bajo y medio, que son los que se conservan en la actualidad, se fabricaron con sillería y destaca, sobre todos los elementos, la escalera de acceso puesto que llama poderosamente la atención por su belleza y arquitectura. Y no es para menos.
Otra etapa a destacar de la historia de la Iglesia de San Miguel de San Esteban de Gormaz nos hace viajar a finales de la Edad Media. Por aquel entonces, se tomó la firme decisión de abrir arcosolios funerarios en los muros norte y sur, así como una tercera portada en la zona norte. Pero no solamente eso, sino que también se optó por desmontar esa tribuna elevada que tanto le caracterizada y, por ende, ese acceso. Pasos que provocaron que se liberara mucho más espacio y se pudiese empezar a enterrar en el interior de la nave.
Lejos de que todo quede ahí, también destacamos que la sacristía fue habilitada en la parte más baja de la torre y, por debajo, se abrió un nuevo acceso. No podemos dejar de mencionar la instalación de un coro de madera, que se retiraría en el siglo XX, y el paso de recrecer la torre con el objetivo de instalar el campanario. Además, el cementerio exterior, que se habilitó en el siglo XIX en la zona norte de la Iglesia. Esto hizo posible que apenas se modificase nada del entorno, manteniendo lo máximo posible esa estructura que conocemos en la actualidad.
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