Viaje al pasado
La huella romana en Marbella
¿Alguna vez has visitado una ciudad y has tenido la sensación de que esconde algunos rincones que aún te quedan por conocer? Marbella es uno de esos lugares que nunca dejará de sorprenderte. Con siglos de historia, nos remonta al mismísimo Imperio Romano.
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La capital de la Costa del Sol, que así es como nombran a Marbella, esconde secretos que solo algunos afortunados tienen la oportunidad de conocer. Rincones que se alejan solo unos kilómetros del centro de la ciudad y que solo algunos de sus habitantes podrían desvelar.
Nosotros hemos conseguido acceder a ellos gracias a la Delegación de Cultura, Enseñanza y Patrimonio Histórico de Marbella. De este modo, te mostramos tres yacimientos romanos para no perder la oportunidad de visitarlos. ¡Atento/a!
1. Las Termas de las Bóvedas
Allá por el siglo II d.C., los romanos construyeron este lugar fundamental para su vida cotidiana. “Un símbolo y un factor indiscutible de romanización”, explica el Ayuntamiento de Marbella. Se trata de unas instalaciones donde, además de recibir los baños, se podía leer, practicar deporte, etc.
Una gran ventaja de este lugar es que ha conseguido resistir al paso del tiempo gracias a la técnica constructiva conseguida mediante encofrados de cantos rodados y un mortero de cal de buena calidad (opus caementicium).
Estas termas se sitúan en la urbanización Guadalmina Baja.
2. Basílica de Vega del Mar
Con aproximadamente 1.500 años de antigüedad, es una de las mayores representaciones del cristianismo primitivo. Esta basílica está formada por un cuerpo de tres naves separadas por pilares, destacando los dos ábsides contrapuestos. En uno de ellos, encontramos dos pilas bautismales.
Aunque eso no es todo lo que aguarda este lugar. También se han hallado 200 tumbas que se usaron durante los siglos III y VIII.
Esta basílida se sitúa en la urbanización Linda Vista Playa.
3. Villa romana de Río Verde
Localizada en la urbanización Rio Verde Playa, esta villa data del siglo I o II d.C. Se divide en la pars urbana y la pars rústica, que se dedica a la explotación del mar y salazón de pescados.
En cuanto a la pars urbana, destaca el hallazgo de un patio con columnas que daba acceso a las estancias. Este destaca debido a su escasez en la zona del litoral andaluz, aunque también adquiere relevancia la calidad y la diversidad temática de su decorado.
En uno de los mosaicos, resalta el personaje de Medusa, a la que le rodean motivos geométricos en blanco y negro.
Ahora que te has adentrado en la historia octogenaria de esta soleada ciudad de la Costa del Sol, ¿te atreves a viajar en el tiempo? ¡Ya habrá tiempo para playa!
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