MADRID
Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad: la historia de la iglesia más pequeña de Madrid y dónde se encuentra
Viajamos hasta Madrid para conocer la historia del Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad y, sobre todo, saber dónde se encuentra.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Madrid. La capital de España acoge un gran número de construcciones, monumentos y rincones verdaderamente sorprendentes, a la par que fascinantes. En ella encontramos nada más y nada menos que 84 iglesias, siendo la tercera ciudad en todo el mundo con más número de templos católicos.
Muchos son los que se preguntan cuál es la iglesia más pequeña que podemos encontrar en Madrid. La respuesta es clara: el Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad. También conocido como Humilladero de Fuencarral, está situado en la calle que lleva ese mismo nombre, en el número 44.
Es tan sumamente pequeño que, según el catastro, tiene nada más y nada menos que 39 metros cuadrados, de los cuales 35 metros cuadrados útiles. ¡Sencillamente espectacular! Esta ermita, que está encomendada a la Iglesia de San Antón y está abierta las 24 horas del día, cuenta con un pasado verdaderamente sorprendente y espectacular.
El Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad, a través de su historia
Para conocerla, debemos viajar hasta el año 1712, que es la fecha de la que data. Por lo tanto, su origen está estrechamente relacionado con el hecho de que estaba ubicado en el extrarradio de Madrid. Al fin y al cabo, esa era la función que tenían este tipo de construcciones.
Y es que, durante el siglo XVII, los humilladeros fueron muy populares en esta ciudad. Por lo tanto, eran lugares absolutamente perfectos para que las personas pudieran rezar ya sea a la llegada o al comienzo de su viaje. De ahí que en estos Humilladeros se colocasen imágenes sagradas para que la gente pudiera encomendarse a ellos.
El que encontramos en la madrileña calle de Fuencarral, antiguamente, estaba ubicado en la Calle de Santa María del Arco. Se puso este nombre por un lienzo de Nuestra Señora de la Soledad que se veneraba desde hacía siglos y que fue colocado por el marqués de Torrecilla en una hornacina alumbrada con un farolillo, situada sobre el arco de la puerta de su caballeriza. Se trataba de una imagen a la que muchas personas tenían una profunda devoción, entre ellos, Francisco de Feloaga y Ponce, conocido Marqués de Navahermosa.
De hecho, él mismo ordenó la construcción de una capilla en honor a esta Virgen, recibiendo el nombre que conocemos en la actualidad: Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad. De ahí que en su interior se colocase ese lienzo que propició que esta pequeña y peculiar construcción fuera una realidad.
El Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad, a través de sus características
Si hay algo por lo que destaca es por su sencillez, ya que se erigió utilizando sillería y ladrillo visto. No podemos dejar de mencionar tanto el alero de madera como la espectacular cruz de hierro. Esta capilla cuenta con el lienzo de Nuestra Señora de la Soledad, de autor anónimo, que data del siglo XVII.
Por si fuera poco, también se encuentra la Imagen del Santísimo Cristo del Consuelo. Entre sus numerosos datos curiosos hay uno que no deja indiferente a nadie. Y es que Benito Pérez Galdós, en su novela titulada ‘La Fontana de Oro’, lo menciona pero con otro nombre: el Cristo de las Llagas. No podemos dejar de mencionar ni a la Dolorosa ni a la Divina Pastora, pero tampoco a un Niño Jesús de los Remedios. Por lo tanto, estamos ante un lugar verdaderamente especial, ¡qué duda cabe!
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