Iglesia Imperial de Santa María de Palacio: su curiosa historia y por qué ostenta el título de “imperial”

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la preciosa ciudad de Logroño. Se trata de un lugar absolutamente mágico, donde podemos encontrar un gran número de construcciones, monumentos y rincones que, desde luego, no dejan indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en la conocida como Iglesia Imperial de Santa María de Palacio.

Entre las tantas curiosidades que esconde este templo, una de las más sonadas es el motivo por el que tiene ese nombre. Se debe a la donación que el Rey Alfonso VII hizo de su palacio en 1130. Y todo para que se erigiera nada más y nada menos que la primera fundación de la Orden del Santo Sepulcro en el Reino de Castilla. Gracias a él, esta iglesia también cuenta con el título de “imperial”.

La Iglesia Imperial de Santa María de Palacio, a través de su historia

Para comenzar, debemos saber que se construyó entre el siglo XII y el XIII. No fue hasta el siglo XV cuando se reconstruyeron tanto el crucero como la cabecera. En la actualidad, de la estructura original tan solo se conserva el cimborrio piramidal de estilo gótico, que cuenta con la forma de una imponente corona imperial. A lo largo de los siglos, este templo ha sufrido un gran número de reformas, por lo que es bastante complicado determinar cuál es su estilo.

Un claro ejemplo lo encontramos en la parte más antigua de la Iglesia, construida en el siglo XIII en estilo gótico. En cambio, la reforma del siglo XVIII en la que se reforzaron diversos elementos del interior, para que el edificio pudiera soportar el peso de la aguja piramidal exterior, es de estilo barroco.

La Iglesia Imperial de Santa María de Palacio, a través de sus características

Es importante tener en cuenta que cuenta con tres naves que terminan en capillas absidiales. Sobre el crucero se sitúa una cúpula octogonal, que termina prologándose en el exterior de esa torre piramidal gótica. Del interior, destaca el imponente retablo mayor realizado por Arnao de Bruselas. No podemos dejar de mencionar diversas tallas, como es la de Nuestra Señora de la Antigua o, incluso, la Virgen del Ebro, o las situadas en la nave central, como es el caso de San Bernabé (patrón de Logroño) y San Mateo.

En cuanto a la fachada de esta Iglesia Imperial de Santa María de Palacio, debemos saber que la entrada actual está en el lado sur, y que fue construida por Juan de la Riba en 1627. En ella encontramos la imagen de la Asunción junto a dos escudos imperiales. Al lado opuesto del templo, hay otra entrada y, en este caso, está consagrada a San Juan.

Pero si hay un elemento representativo en esta Iglesia es la aguja, que fue construida en el siglo XIII. Se trata de una flecha de ocho caras en forma de pirámide que, en 1671, ya amenazó con caerse. Es más, se llegó a plantear la posibilidad de derruirla y hasta se prohibió el paso de carruajes en la rúa Mayor. Pero, por fortuna, unos arquitectos lograron salvarla con la imponente reforma que hicieron a esta Iglesia Imperial.

No podemos dejar de mencionar la Torre, que fue construida en 1550 por Juan de Acha, así como el impresionante claustro que se construyó siguiendo el patrón de la Orden del Císter. Un elemento del que se conserva únicamente el lado oeste, ya que el resto pertenecen al siglo XVII. Sin duda, estamos ante una construcción espectacular que merece la pena visitar.