CANTABRIA
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Torrelavega: su historia y por qué se ha convertido en un símbolo
Viajamos hasta Torrelavega para conocer la espectacular historia que esconde la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Cantabria, concretamente a Torrelavega. Allí encontramos un gran número de monumentos y construcciones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Estamos ante un templo de estilo neogótico que se construyó a finales del siglo XIX. Debemos tener en cuenta que, por aquel entonces, Torrelavega estaba experimentando una gran expansión económica como consecuencia del cruce de caminos entre Santander y la Meseta. El objetivo era dejar atrás esa imagen de villa rural por una más urbana. Fue entonces cuando la Reina María Cristina, en 1895, le concedió el título de ciudad.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Torrelavega, a través de su historia
Los antecedentes a su construcción se basaron, precisamente, en ese nuevo aspecto que estaba tomando la ciudad. Al fin y al cabo, su tejido urbanístico había sido diseñado de tal forma que se erigieron diversos edificios que se adecuaban a la burguesía mercantil de aquel entonces. Claros ejemplos los encontramos en el que era el Palacio Demetrio Herreros o el Palacio del Conde Torreanaz.
De esta forma, y tras haberse hecho efectiva la construcción de Asilo Hospital, el párroco Ceferino Calderón no dudó un solo segundo en dar el paso de erigir una imponente iglesia que tendría que estar acorde a ese crecimiento tan sumamente significativo que estaba experimentando Torrelavega.
La obra fue encomendada a José María Basterra, uno de los arquitectos más reconocidos de la época. Entre otras cuestiones, por tener una amplia experiencia en cuanto a construcciones religiosas se refiere. Él fue quien diseñó la Iglesia del Corazón de Santa María y la Iglesia del Sagrado Corazón, ambas en Bilbao, así como el templo del Santuario de Urkiola. Además, se encargó de finalizar la Iglesia de San Juan de Sahagún de Salamanca y la Torre de la Basílica de Nuestra Señora de Begoña de Bilbao. ¡Espectacular!
Lo más importante de esta Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es que se erigió gracias a diversas donaciones. La primera, y más importante, la de Guillermo Gómez Ceballos, que donó gran parte del terreno. No podemos dejar de mencionar a Bonifacio Gutiérrez Somavia y Justo Alonso Astules, considerados como los principales colaboradores de esta obra. Todo ello sumado a diversas donaciones de naturales de Torrelavega que tuvieron que emigrar a América.
Debemos tener en cuenta que la primera piedra de esta obra se colocó a finales de septiembre de 1892 y, como no podía ser de otra manera, lo hizo Santiago Sánchez de Castro, obispo de Santander. La gente estaba tan volcada con la construcción de esta Iglesia que sus obras concluyeron en nada más y nada menos que 9 años. Por lo tanto, el templo se inauguró en 1901 y en un día muy concreto: el 15 de agosto, el Día de la Asunción.
Fue un día tan sumamente señalado que a esta inauguración asistió el obispo de Santander, el Nuncio Apostólico, y los obispos de Zamora (Luis Felipe Ortiz) y el de Ciudad Rodrigo (José Tomás de Mazarrasa), entre otros. Poco después, se trasladaron a este templo tanto la Imagen de la Virgen Grande que estaba situada en la Parroquia de la Consolación, así como el Santísimo. Cabe destacar que en agosto de 1906, esta Iglesia fue consagrada por Fray Francisco Valdés y Noriega, obispo de Salamanca.
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