Iglesia de San Bernardo de Sevilla: su historia y por qué merece la pena visitarla

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Sevilla, y conocer la historia que esconde una de sus iglesias más sorprendentes y espectaculares. Estamos hablando, cómo no, de la Iglesia de San Bernardo, ubicada en el barrio que lleva ese mismo nombre. En 1992, fue incluida en el Catálogo General del Patrimonio Andaluz. ¡Y no es para menos!

Para conocer su historia, debemos trasladarnos a la última mitad del siglo XVIII, concretamente a la etapa comprendida entre 1780 y 1785. Fue entonces cuando se ordenó su construcción, siguiendo las trazas de José Álvarez, uno de los arquitectos más reconocidos de la época. Las obras duraron varios años hasta que, en 1786, se procedió a su inauguración.

En cuanto a la estética de la Iglesia de San Bernardo de Sevilla, se aprecia a la perfección esa transición existente del estilo barroco al neoclásico. Un año a destacar fue 1936, cuando el templo sufrió un incendio y un expolio. A pesar de todo, conserva numerosas obras de un enorme valor.

La Iglesia de San Bernardo de Sevilla, a través de sus características

Si hay algo por lo que destaca, entre otras cuestiones, es por el interior del templo. Cuenta con planta de cruz latina, tres naves, crucero y presbiterio. Llama poderosamente la atención el espectacular Retablo Mayor, de estilo neoclásico. En él, encontramos el camarín donde se ubica la Virgen del Refugio, titular de la Hermandad de San Bernardo cuya sede está en esta Iglesia.

Respecto al exterior, cabe destacar que hay dos fachadas con dos impresionantes portadas de acceso. Cada una de ellas está realizada en ladrillo tallado, y están a cada lado del templo. El resto de la construcción está realizado con otro tipo de ladrillo, el avitolado, algo que era común en la segunda mitad del siglo XVIII en Sevilla.

En relación a la portada principal, debemos tener en cuenta que consta de dos cuerpos de altura. Tiene, entre otras cuestiones, un alto hueco que está perfectamente acabado en un arco de medio punto. El cuerpo superior es nada más y nada menos que un frontón recto con una hornacina, en la que se encuentra la imagen de San Bernardo. A rasgos generales, en la portada no solamente encontramos elementos de estilo neoclásico, sino también ciertos toques barrocos.

Lo cierto es que esta Iglesia tiene un enorme valor arquitectónico, histórico y, sobre todo, cultural. En ella encontramos la Imagen de la Virgen del Refugio, así como la del Cristo de la Salud, dos de las más veneradas de Sevilla. Son, a su vez, los titulares de la Hermandad de San Bernardo que, cada Miércoles Santo, sale a las calles de la ciudad andaluza.