Iglesia San Miguel: historia del templo situado en Olmedo

La Iglesia de San Miguel es una de las edificaciones más espectaculares que podemos encontrar en Olmedo, histórica localidad situada en la provincia de Valladolid. Es sencillamente espectacular, tanto es así que siempre consigue llamar la atención de todos los turistas que deciden visitar esta localidad.

No es ningún secreto que la Iglesia de San Miguel es un clarísimo ejemplo de la conocida arquitectura mudéjar de Valladolid, pero también hay ciertos elementos de románico-mudéjar y gótico-mudéjar. Además, hay que tener en cuenta que existe una espectacular capilla adosada que está dedicada a la patrona de Olmedo, la Virgen de la Soterraña.

En el exterior, podemos ver cómo sobresale el ábside, que destaca por tener un estilo románico-mudéjar. Éste consta de nada más y nada menos que tres frisos y, dos de ellos, son de arcos doblados ciegos de ladrillo. Es importante tener en cuenta que la portada gótica, situada en la parte norte, está tapiada.

En cuanto al interior de la Iglesia de San Miguel de Olmedo (Valladolid), podemos encontrar un sepulcro de lo más sorprendente, así como un retablo de Gaspar de Tordesillas. Lejos de que todo quede ahí, cuenta con dos esculturas verdaderamente espectaculares, realizadas en el siglo XVIII.

Estamos hablando de las tallas de Santa Ana y San Joaquín. Por si fuera poco, podemos encontrarnos con un espectacular retablo dedicado a San Bartolomé, de la primera mitad del siglo XVI. Es importante tener en cuenta que en el presbiterio hay otro retablo. Éste tiene estilo barroco, es obra de Andrés Hernando y data del siglo XVIII.

En este último retablo se encuentra la imagen de San Miguel Arcángel tallada por Pedro de Sierra. Este Santo es el copatrono de Olmedo (Valladolid). Bajo el altar podemos encontrar unas escaleras que dan a una cripta, la de la Virgen de la Soterraña. Este lugar, tan peculiar, está dedicado a la patrona de la localidad.

Si nos centramos en el interior de esta cripta, debemos tener en cuenta que presenta una planta octogonal que destaca por su cúpula y que cuenta con unos frescos que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Justo en el centro, encontramos un espectacular retablo que data del siglo XVIII que preside la Virgen de la Soterraña (siglo XIII). En las capillas laterales hay dos retablos. En la del evangelio está el de San Bartolomé y en la de la epístola el de San Jerónimo. Ambos son obra de Lucas Jordán.

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