Iglesia de Santa María de Carmona: su historia y por qué merece la pena visitarla

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la provincia de Sevilla, concretamente hasta Carmona. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es la conocida como Iglesia prioral de Santa María de la Asunción.

Entre sus numerosas características, más allá de que es de estilo tardogótico andaluz, debemos mencionar que este templo fue edificado en varias fases, entre los siglos XV y XIX. Además, tiene planta rectangular y tres naves, de las cuales en las laterales hay entradas a capillas. En un lateral encontramos el Patio de los Naranjos que, en su origen, era el patio de abluciones de la antigua mezquita mayor.

La Iglesia de Santa María de Carmona, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que este templo se construyó en 1424, en el mismo lugar en el que hubo una antigua mezquita. La primera fase de las obras se completó en 1518 y, en ella, intervinieron diversos profesionales como Antón Gallego, Rodrigo Gibaja y Alonso Rodríguez.

Con posterioridad, Juan de Matienzo también realizó su intervención. La segunda etapa comenzó en el año 1525 y fue entonces cuando Diego de Riaño realizó el abobedamiento que tanto caracteriza al cimborrio que encontramos en su interior. Décadas más tarde, concretamente en 1542, Juan de Escalona se encargó de diseñar la capilla de la Virgen de Gracia. Más tarde, en 1566, Hernán Ruiz intervino en la obra. Esta segunda etapa dio por finalizada en 1578, de la mano de Pedro Díaz de Palacios.

La Iglesia de Santa María de Carmona, a través de sus características

Tenemos que tener en cuenta que este templo cuenta con nada más y nada menos que tres portadas. La que se encuentra a los pies del templo es de estilo neogótico y se erigió en el siglo XIX. En cuanto a la del lateral derecho, es obra de Antonio Chamorro, aunque con trazas de Antonio de Figueroa y Ruiz, y nos hace viajar al año 1775.

No podemos dejar de mencionar la portada ubicada en el lateral izquierdo, la que da al Patio de los Naranjos, que data del siglo XVIII. Es importante destacar que este patio cuenta con una galería que recorre parte de sus frentes con columnas de mármol o granito. De hecho, en una de ellas, podemos encontrarnos con nada más y nada menos que una inscripción visigoda.

Si hablamos del interior de esta Iglesia de Santa María de Carmona, tenemos que tener en cuenta que cuenta con tres naves y capillas laterales. En cuanto a la decoración, llama poderosamente la atención la capilla de cabecera de la nave izquierda, en la que se rinde culto a la Virgen de Gracia, que es la patrona de Carmona.

No podemos dejar de mencionar la capilla del Cristo de los Martirios que data de 1537, aunque nos topamos con un retablo del año 1550 que se atribuyó a Roque Balduque. Es importante destacar, a su vez, tanto el retablo del Nacimiento, que es una obra que Gaspar del Águila hizo en 1580, como el retablo en el que hay una imponente imagen de San Teodomiro, patrón del municipio sevillano, que fue realizada por Juan de Arce y policromada por Juan de Valdés Leal. Si estás pensando en poner rumbo a Carmona, no dejes pasar la oportunidad de acercarte hasta esta Iglesia. ¡No te dejará indiferente!

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