VALENCIA

Lonja de la Seda de Valencia, un recinto para viajar al pasado

Construida en el siglo XV, es toda una obra de arte del gótico civil valenciano.

Lonja de la Seda de Valencia

Lonja de la Seda de ValenciaImagen de Felivet en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

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La Lonja de la Seda de Valencia es uno de los edificios más preciados y emblemáticos de la ciudad. Se trata de una gran obra arquitectónica perteneciente al gótico civil valenciano, se encuentra en pleno centro histórico de Valencia y visitarla es como hacer un viaje al pasado. Concretamente al siglo XV, momento en el que fue construida.

También llamada Lonja de los Mercaderes, este monumento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1996 porque "ilustra de manera espléndida el poder y la riqueza de una de las grandes ciudades mercantiles del Mediterráneo". De hecho, esto nos lleva a explicar cuál fue el motivo por el que se construyó, que no es más que para realizar transacciones mercantiles.

En aquella época,Valencia estaba muy ligada al comercio de la seda, de ahí su nombre. Para levantarla, hubo que tirar abajo veinticinco casas. Donde antes estaban ellas, se construyó la Lonja de la Seda, que consta de tres zonas diferenciadas. La primera de ellas es la Sala de Contratación, la más conocida, que se divide a la vez en tres naves. Se trata de un espacio muy amplio, con ocho columnas que soportan el peso de las bóvedas.

Lonja de la Seda de Valencia
Lonja de la Seda de Valencia | De Diego Delso, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=34930546

Por otro lado, la Lonja de la Seda cuenta con el Torreón Central, lugar en el que se encuentran la capilla y la cárcel en la que encerraban a los mercaderes morosos. Por último, no por ello menos importante, esta construcción tiene una última zona: el Consulado del Mar. Esta parte tiene un gran techo de madera esculpida y esconde un lienzo de Espinosa que es, sin duda, el protagonista del lugar.

Aparte de esto, no podemos olvidarnos del Patio de los Naranjos, que con su forma rectangular tiene como función principal unificar el resto de las estancias. Unas estancias que, claro está, se pueden visitar. Y de hecho consideramos que en un viaje a Valencia es uno de los planes imprescindibles.

Su interior merece la pena, pero también lo hace el exterior, que recuerda a los castillos medievales. Tiene fachadas de piedra, repletas de esculturas y gárgolas, escudos y medallones. Como decíamos, es de estilo gótico tardío valenciano y es uno de los mejores ejemplos que hay de él en toda Europa.

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