PORTUGAL
Monasterio de Batalha: la historia y el curioso motivo por el que se erigió
Viajamos hasta Portugal para conocer la sorprendente historia que esconde el conocido como Monasterio de Batalha.
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No es ningún secreto que Portugal es un país que está repleto de construcciones, monumentos y rincones verdaderamente espectaculares. Un claro ejemplo lo encontramos en la zona de la provincia de Beira Litoral. Allí encontramos uno de los templos más impactantes del país: el Monasterio de Batalha.
Para conocer su historia, debemos trasladarnos hasta el mismo punto en el que se erigió esta construcción. Muy cerca de ese mismo lugar, un 14 de agosto de 1385, tuvo lugar la batalla de Aljubarrota, en la que don João, Maestre de Avis y futuro Rey de Portugal, consiguió vencer al bando castellano.
Esta victoria hizo posible que se terminara, de una vez por todas, esa crisis dinástica que permanecía en este país desde 1383 tras la muerte del Rey Fernando, cuya única hija estaba casada con el entonces Rey de Castilla. A modo de agradecimiento, don João dedicó este Monasterio de Batalha a la Virgen María, a quien pidió que intercediera para concederles el triunfo.
Por si fuera poco, quiso donarla a la Orden Dominicana. Pero esta no es la única vinculación que existe entre este Monasterio y don João. Y es que fue allí donde se consagró como Rey de Portugal, asumiéndose esta construcción como nuevo símbolo de esta dinastía.
Es importante tener en cuenta que las obras de este imponente Monasterio de Batalha llegaron a durar dos siglos y hasta siete reinados de la segunda dinastía. Muchos fueron los trabajadores, nacionales y extranjeros, que formaron parte de este proyecto. En un principio, estuvieron dirigidos por Afonso Domingues. Durante este periodo se construyó parte de la iglesia, y el claustro real.
El Maestro Huguet fue quien cogió las riendas de este proyecto, completando la iglesia en 1438, pero también construyó la capilla del fundador, e inició las obras del panteón de don Duarte. Más tarde, en la etapa comprendida entre 1448 y 1477, Fernão de Évora se encargó del diseño del claustro de Afonso V. En el siglo XVI, Mateus Fernandes hizo lo propio con las Capillas que, por aquel entonces, no se habían concluido.
Si hay un elemento que destaca en este Monasterio de Batalha son sus imponentes vidrieras medievales portuguesas, que se pueden ver en la Sala Capitular y en la Capilla Mayor. A pesar de todo el tiempo invertido en su construcción, lo cierto es que estamos ante uno de los templos góticos más sorprendentes e impactantes que podemos encontrar en toda la Península Ibérica.
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