CÓRDOBA
Plaza de la Corredera de Córdoba: ¿Sabías que es la única plaza mayor cuadrangular de Andalucía?
Viajamos a la ciudad andaluza de Córdoba para conocer la sorprendente historia que esconde la conocida como Plaza de la Corredera.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Córdoba, una de las ciudades con más encanto de Andalucía. Estamos ante un lugar sencillamente espectacular, repleto de edificaciones, monumentos y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en la conocida como Plaza de la Corredera. Se encuentra situada en el centro de la ciudad y es la única plaza mayor cuadrangular de Andalucía. Además, tiene aspecto de plaza porticada castellana. ¡Es sorprendente!
Para comenzar, debemos saber que la configuración de la actual es fruto de diversas obras que se llevaron a cabo por el corregidor don Francisco Ronquillo Briceño entre los años 1683 y 1687. Esto se llevó a cabo por el amago de derrumbe de uno de los graderíos de madera que se instalaban en las corridas de toros que se celebraban en este lugar.
Eso sí, hay que tener en cuenta que esta Plaza de la Corredera no sufrió una reforma integral. Entre otras cuestiones, porque no afectó en absoluto ni a la Vivienda del Corregidor ni a la Cárcel, así como a la Casa de Doña Jacinta. Se trata de edificaciones absolutamente históricas.
En cuanto a la Vivienda del Corregidor, debemos saber que es un edificio construido por Hernán Ruiz III, uno de los arquitectos más reconocidos de la ciudad, entre los años 1583 y 1586. La cárcel, que estaba en los sótanos, permaneció en este lugar hasta 1821. El Ayuntamiento, con el paso de los siglos, vendió el edificio a un empresario, que lo convirtió en una fábrica de sombreros y, posteriormente, un mercado.
La Casa de Doña Jacinta, en cambio, es conocida porque su dueña se opuso en rotundo a que su vivienda fuera destruida para que la Plaza fuera ampliada. Es más, logró que el Rey Carlos II le diera la razón, quedando reflejado en nada más y nada menos que una real cédula. De ahí que se haya convertido en una de las edificaciones más significativas de la Plaza de la Corredera.
Es importante saber que José Sánchez Muñoz, hijo de un reconocido empresario, regentaba desde el año 1882 el Mercado que estaba situado en los sótanos de la antigua cárcel. Fue a él a quien se le ocurrió hacer un enorme mercado al aire libre, que tuviera a esta Plaza como protagonista. Así pues, logró un acuerdo con el Ayuntamiento, que le cedía los derechos de explotación durante 50 años.
Por lo tanto, desde 1896 a 1946, este lugar fue utilizado como tal, considerándose como el Gran Mercado de Córdoba. Las instalaciones fueron demolidas poco después del vencimiento de ese pacto, allá por 1959. Para poder reemplazar ese histórico mercado, el alcalde ordenó construir otra zona subterránea, por la que se acabaron descubriendo diversos mosaicos que pertenecían a la época romana.
Aunque se suprimió el enfoscado de las fachadas, fue Juan Cuenca Montilla quien se encargó de volverlas a enfoscar, utilizando tonalidades de rojo, verde y hasta ocre. Es más, don Miguel Ortí Belmonte aseguró que esos tonos rojizos se lograban de la sangre de aquellos astados que eran lidiados en esa Plaza de la Corredera. De hecho las corridas de toros, a las que acudieron grandes nombres como el Rey Felipe IV, eran de lo más frecuente en este lugar. De ahí su nombre.
Es importante saber que esta Plaza ha sido testigo, a su vez, de diversas celebraciones. Como es el caso de la celebración de esa histórica victoria de Lepanto contra los turcos. Por si fuera poco, este lugar cordobés fue el escogido por la Inquisición para celebrar nada más y nada menos que los autos de fe. Por lo tanto, si estás pensando en poner rumbo a la ciudad andaluza, déjate llevar por este rincón repleto de historia. ¡No te dejará indiferente!
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