Pola de Siero y sus fiestas de Comadres, Güevos Pintos y el Carmín

Pola de Siero es una localidad asturiana que el 16 de febrero celebra una fiesta para y por las mujeres que tiene origen en celebraciones romanas: “el día de Comadres”. Pero Comadres es solo el primero de los eventos que celebra esta villa porque luego vendrán los Güevos Pintos y el Carmín de la Pola -una romería tradicional que acoge cada año miles de visitantes-.

Vamos a conocer esta villa y sus eventos más tradicionales. Pola de Siero es la capital del concejo de Siero y se encuentra en el corazón de Asturias, a 10 minutos de Oviedo y 15 de Gijón y Mieres. En Asturias se la conoce cariñosamente como La Pola y sus habitantes son polesos/as. Recibió su Carta Puebla durante el reinado de Alfonso X, mediante el Fuero de Benavente, fue una importante villa ganadera y comercial y hoy sigue celebrando un afamado mercado de ganado.

Esta fiesta se celebra el jueves anterior al miércoles de ceniza. Su origen es remoto y parece que entre muchas hipótesis, la más aceptada es del antropólogo Julio Caro Baroja que asocia esta tradición con las Matronalias que celebraban las casadas en la época romana. Se festejaba durante las calendas de marzo (primera luna nueva).Roma era una sociedad muy patriarcal pero permitía, una vez al año, festejar a la diosa Juno (Matrona) patrona de las mujeres casadas.

Día de Comadres

En la Edad Media, para evitar suspicacias de la Iglesia Católica, se le dio un significado distinto y se cambió matrona por madrina -más asociado al bautismo-.

Se comadreaba con amigas y familiares y se comía el tradicional bollu preñao acompañado de sidra. Con el tiempo, se fueron haciendo meriendas más abundantes: tortillas, chorizo a la sidra, empanadas… Y actualmente, desde la Sociedad de Festejos y la hostelería de la villa, se celebra una merienda en una plaza común o se cena en alguno de los numerosos restaurantes que existen. Las calles y los bares de Pola se llenan de mujeres de todas las edades que salen a la calle a celebrar su día. También salen los hombres, pero suelen ser ellas las que forman los grupos más numerosos.

Los “Güevos Pintos” (Huevos Pintos)

Siempre se celebra el martes siguiente al domingo de Pascua, este año es el día 11 de abril. Se ha declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1968. Se celebra desde hace muchísimo tiempo y el origen no está del todo claro. Son dos las teorías: la primera es que sobraban los huevos porque en Pascua estaba prohibido su consumo; los que sobraban se regalaban y algunos empezaron a pintarlos para hacer el obsequio y la segunda es que es una tradición heredada de Europa que pusieron de moda los trabajadores extranjeros que venían a trabajar a las minas de hulla de la zona.

En cualquier caso, es un día lleno de color y folclore. El casco histórico de la villa se llena de puestos de exposición y venta de huevos pintados artesanalmente, en vibrantes colores y con motivos asturianos, que luego son regalados a amigos y seres queridos. Tras la Bendición de los Huevos Pintos en la plaza del Ayuntamiento, comienza lo bueno con una degustación de la excelente gastronomía de la zona. El día culmina con sidra, el sonido de las gaitas y una verbena que dura hasta altas horas de la noche. Una fiesta típicamente asturiana.

El Carmín de la Pola

El lunes siguiente al Día de Nuestra Señora del Carmen (16 de julio) se celebra en la Pola “El Carmín”. Los festejos duran cinco días y culminan el lunes siguiente al día del Carmen con una gran romería. El día del Carmín, decenas de charangas, peñas y grupos de bailes regionales festejan en el prado de la Sobatiella para finalizar con una verbena junto al Mercado de Abastos. Si vas al Carmín podrás oír gaitas y panderetas, verás bailar el “xiringüelu”, comerás cachopo, el tradicional bollu preñau y unos excelentes frixuelos de postre. Y, en la Pola, la sidra correrá a raudales.

Como dice una tradicional canción asturiana, “hay tres citas en la Pola a las que no puede faltar nadie: El Carmín, los Güevos Pintos y el Baile de les Comadres…”