Puerta de Palmas de Badajoz: ¿Por qué era conocida como Puerta Nueva y por qué cambiaron su nombre?

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la ciudad de Badajoz, y conocer la historia que esconde uno de sus monumentos más sorprendentes y significativos. Estamos hablando, cómo no, de la Puerta de Palmas. Conocida antiguamente como Puerta Nueva, era la puerta de acceso de la muralla que rodeaba la ciudad extremeña. Las obras para su construcción acabaron en 1551.

No es ningún secreto que la Puerta de Palmas se ha convertido en uno de los monumentos más representativos de Badajoz. Y no es para menos. Es uno de los pocos elementos de la ciudad fortificada que queda en pie. En el siglo XVII, se decidió abrir otra puerta justo frente al Puente de la Autonomía, motivo por el que pasó de ser la Puerta Nueva a Puerta de Palmas.

Está compuesta por unos torreones cilíndricos que flanquean, a la perfección un arco de paso. A lo largo del tiempo, el uso de esta Puerta ha ido cambiando. Ha llegado a ser desde una torre de vigilancia, hasta un alojamiento pasando por una prisión. Pero lo cierto es que ha sido utilizada como punto de acceso a la ciudad y lugar donde se realizaban controles fiscales y aduaneros.

Un año clave para la historia de esta Puerta de Palmas fue 1933 cuando se aprobó la demolición de varias partes de la muralla, que era lo que se encontraba entre el baluarte de San Juan y el de Santiago. Esta reforma hizo posible que, con la prolongación del Puente de Palmas, la ciudad quedase unida a la estación del ferrocarril.

Esta decisión provocó que la Puerta de Palmas quedase en mitad de la ciudad, encabezando ese Puente que le da nombre y perdiendo, por completo, la función militar que le caracterizaba en un principio. Como dato curioso, a pesar de ser un auténtico símbolo de Badajoz, hasta 1948 no se prohibió expresamente pegar carteles en su fachada.

La Puerta de Palmas de Badajoz, a través de su historia

Debemos tener en cuenta que la muralla de la ciudad era algo realmente importante, sobre todo porque servía de defensa con el Reino de Portugal, a pesar de los diferentes periodos de estabilidad entre ambos reinos. Bien es cierto que, como consecuencia de la sublevación y posterior independencia de Portugal en 1668, en Badajoz se libraron muchísimas operaciones militares. Este tipo de sucesos hicieron posible que se deseara la construcción y renovación de la muralla, para poder hacer una defensa mucho más efectiva. El nuevo sistema respetó esta Puerta, dejándola prácticamente intacta.

Por lo tanto, no es ningún secreto que estamos ante una construcción realmente sorprendente e importante a nivel arquitectónico e histórico, por lo que merece la pena visitar si estás en Badajoz. ¡Por algo es considerado como uno de los grandes símbolos de la ciudad extremeña!