EXTREMADURA
Lo que no te puedes perder en una escapada a Cáceres en primavera
El mes de abril es, probablemente, el mejor momento del año para visitar la provincia de Cáceres. Te contamos por qué.
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La primera razón que nos hace pensar en abril como un mes ideal para escaparnos a Cáceres nos la da la naturaleza y cabe que sea también la primer que se te pasa a ti por la cabeza: la primavera, la floración, los cerezos, el Valle del Jerte… Pero esos espectaculares paisajes no son lo único que nos atrae de Cáceres en abril, hay más que ver y más por descubrir.
Además, y sin alejarnos de los motivos naturales para viajar a Cáceres en abril, cabe hablar del clima porque es la mar de confortable en este mes: Cáceres es una provincia de inviernos y veranos duros, en cambio su primavera es ideal, cálida y luminosa, agradable, bella; tanto que te permitirá disfrutar a lo grande de todas las actividades que se organizan en la época de floración de los cerezos, actividades que van desde rutas de senderismo a circuitos de multiaventura, degustaciones gastronómicas, talleres de todo tipo (también para niños), actividades culturales como representaciones teatrales al aire libre…
Si bien es verdad que los días grandes de la floración se vivieron en marzo, no es menos cierto que hasta mayo el valle sigue luciendo precioso, tanto es así que todas las actividades organizadas alrededor de ese momento floral no terminan hasta el 3 de mayo, es decir, todo el mes de abril es fiesta en el Jerte.
Claro que no solo merece la pena visitar la provincia de Cáceres en abril por causas naturales, también históricas: la propia ciudad de Cáceres, que es Patrimonio de la Humanidad y pueblos como Trujillo son lugares que merecen una visita en cualquier momento del año, también en abril porque, además, están de fiesta: es verdad que la fiesta del queso de Trujillo se nos escapa por poco de abril (es a principios de mayo) pero no así la Fiesta de San Jorge, que se celebra los días 23 y 24 de ese mes.
¿Y por qué San Jorge? Porque es el patrono de la ciudad y, en su fiesta, se celebra su reconquista cristiana; es una fiesta muy curiosa porque en ella confluyen elementos históricos como el enfrentamiento entre moros y cristianos y otros legendarios como la mítica victoria de San Jorge sobre el dragón; el momento estelar de la fiesta es la quema del dragón que tiene lugar en la Plaza Mayor y que va precedida de representaciones teatrales de la batalla entre monos y cristianos. Por supuesto esta fiesta tiene elementos religiosos como las procesiones al santuario de la Virgen d ella Montaña y otros más lúdicos como el concurso de hogueras o la búsqueda de las gallinas de oro (por ser más exactos, la búsqueda de dos huevos de oro que se esconden en la ciudad).
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