CASTELLÓ
El rico encanto mediterráneo y otoñal de Castelló
¿Quieres escaparte un fin de semana o un puente al Mediterráneo antes de que llegue el invierno? Castelló es, probablemente, tu mejor opción.
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A Castelló se llega por tierra, mar y aire, se llega en coche, en AVE, en avión… y es que esta ciudad mediterránea está magníficamente comunicada, accesible sin importante de dónde vengamos y dispuesta a compartir con los visitantes todos sus encantos.
¿Lo que no querrás perderte de Castelló en otoño? En verano sabemos que no podrás evitar plantarte en sus playas, sus jardines y sus terrazas, en otoño en cambio prestarás más atención a otros rincones de esta bella localidad mediterránea:
Te encantará descubrir los secretos mejor guardados por esta ciudad mediterránea: el Fadri, una torre medieval de 60 metros de altura construida a caballo entre dos siglos, el S.XV y el S.XVI es una d ellas construcciones que más llamará tu atención, también Castell Vell, la Ermita de la Magdalena, el edificio de Correos, la Basílica de la Virge del Lledó, que es un ejemplo perfecto de arquitectura rural barroca valencia, el Mercado Central…
Pasear las calles de Castelló te permitirá descubrir la arquitectura rural valenciana y también el modernismo tan propio del Mediterráneo español, entenderás además por qué la ciudad forma parte de la Ruta Europea de la Cerámica al ver este material, la cerámica, decorando edificios, parques, iglesias…
Además, como el otoño es suave en Castelló, te encantará también pasear el Parque Ribalta que e del pulmón verde de esta localidad y también uno de los jardines urbanos más bellos de España; ¿más paseos otoñales al aire libre? El que nos lleva al cerro de la Magdalena para descubrir el origen de la ciudad de Castelló y lo que queda de él: Castell Vell y la ermita de la Magdalena; e inevitable será también que te acerques a alguna de las tres playas de Castelló que suman en total 4 kilómetros de bellos arenales, dos de ellas, la Playa del Pinar y Gurugú cuentan además con Bandera Azul.
Y por supuesto a Castelló también se va a comer y a comer bien ¿recuerdas la canción de Manolo García ‘como un burro amarrado a la puerta de un baile’? Llévame al cine, amor, y a comer un arrocito a Castellón… A eso podemos ir también a Castellón, a degustar su rico Arrocino de Castelló en el Grau donde están los restaurantes más famosos por sus arroces; claro que no solo de arroz vive el hombre en Castelló, también de pescados, carnes, tapas, platos tradicionales mediterráneos… y de carajillo porque en Castelló el broche de oro de la comida no lo pone el café sólo, cortado, con leche o con hielo, lo pone el carajillo.
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