Asturias, paraíso natural
Asturias por carretera: las paradas que no puedes olvidar
“Allá arriba al norte, entre el monte y el mar; encontré un paraíso natural” reza una de las canciones de Víctor Manuel. Y es que, como bien dice el de Mieres, Asturias es una tierra única con mucho por descubrir y por cuidar.
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Llanes, el punto de partida. Este hermoso pueblo costero de raíces pesqueras, es el kilómetro cero de nuestro viaje. Esta villa destaca por su notable patrimonio histórico que engloba: el palacio del conde de la Vega del Sella, del siglo XVIII; el palacio de los Duque de Estrada del siglo XVII; o el torrexón de los Posada. Fundada en la Baja Edad Media, en 1206, Llanes aún conserva parte del trazado amurallado y su espacio de intramuros da lugar al Conjunto Histórico de la Villa de Llanes. Además, cuenta con un magnífico entorno natural, como la playa de Cuevas del Mar o la cueva Bolado.
Picos de Europa, nos adentramos en el interior. Tras descubrir Llanes y sus alrededores es momento de adentrarnos y visitar el Parque Nacional de Picos de los Picos de Europa. Aquí podremos aparcar nuestro vehículo a la entrada del Parque y decidir qué ruta nos apetece más explorar. Podemos acercarnos al mítico Naranjo de Bulnes, o llegar hasta los bellos Lagos de Covadonga.
Cangas de Onís y Covadonga, continuamos junto al monte. La siguiente jornada la podemos emplear en visitar ambos pueblos. Por un lado, está Cangas de Onís, que fue la capital del reino Astur hasta el 774, y desde aquí Don Pelayo comenzó la Reconquista. Lo que más llama la atención de esta ciudad es el puente romano, aunque realmente fue construido por Alfonso XI y del que cuelga una réplica de la Cruz de la Victoria. Y por otro tenemos el Real Sitio de Covadonga, perteneciente al concejo de Cangas de Onís, y donde está el santuario dedicado a la Virgen de Covadonga (La Santina), conmemorando la Batalla de Covadonga.
Ribadesella, llegamos al mar acompañando al río Sella. Esta ciudad costera es mundialmente conocida por la celebración del Descenso Internacional del Sella, al que vienen deportistas de todo el mundo, se celebra una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. Pero además, no podemos irnos sin conocer el patrimonio histórico artístico que alberga Ribadesella, como la Cueva de Tito Bustillo, las Huellas de Dinosaurio en Tereñes, o la Iglesia de Santa María Magdalena con los frescos de su cúpula.
Salinas, mucho más que una playa. La verdad es que después de varios días carretera y visitando varios pueblos y enclaves cada día, lo que apetece es relajarse un poco en la playa. La de salinas es perfecta para ello, pues tiene parte urbanizada, y parte con dunas y vegetación. Será la ocasión ideal para hacer un poco de surf. Avilés está muy cerca, siempre podemos acercarnos al pueblo y disfrutar de una sidra fresquita y bien escanciada.
Cudillero, aquí termina nuestro road trip pero tú puedes continuar. Este colorido pueblo pesquero es considerado como uno de los más bonitos de España, gracias a sus casas levantadas sobre la ladera del monte que se alza sobre el mar. Entre su patrimonio podemos destacar la Lonja Municipal o la Quinta de Selgas que cuenta con obras de Goya.
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