GUADALAJARA
Ruta de la arquitectura negra de Guadalajara, una escapada ideal
Las aldeas de los alrededores del Pico Ocejón nos regalan unos paisajes únicos gracias a la pizarra negra.
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Aunque estas aldeas protagonizadas por la pizarra negra marcan el recorrido de nuestra ruta, no son el único atractivo de la zona; solo la estampa que nos regala el Pico Ocejón, con sus más de 1.000 metros de altitud merece ya que nos acerquemos hasta esta zona de Guadalajara, eso además de sus bosques de robles y encinas, sus cascadas, algún pantano…Y es que estamos en la zona sur del Parque Natural de la Sierra de Guadalajara.
Empezamos nuestro recorrido en Tamajón, que es el puro que pasa por ser la puerta de entrada a los pueblos de arquitectura negra, allí podrás visitar el Monasterio de Santa Maria de Bonaval que es una construcción imponente de estilo cisterciense levantada en el S.XII; también merece una visita la Ciudad Encantada de Tamajón por sus sorprendentes formaciones rocosas.
¿Más edificios que llamarán tu atención en esta ruta arquitectónica? Los encontramos en otras tres localidades imperdibles de la arquitectura negra: Campisábalos, Albendiego, Carabias y Beleña de Sorbe: nos referimos a la Iglesia de San Bartolomé en Campisábalos que cuenta con un calendario agrícola tallado; a la ermita de Santa Coloma en Albendiego que destaca por sus celosías mudéjares, a la Iglesia del Salvador en Carabias, famosa por su atrio porticado y a la iglesia de San Miguel en Beleña de Sorbe.
En realidad la ruta de la arquitectura negra la trazas tú en función de los pueblos que quieras visitar, ahora bien, nadie discute que la puerta de entrada es Tamajón, una vez allí podrás ir hacia la ladera este del Pico Ocejón y visitar pueblos como Retiendas, Campillejo, El Espinar, Roblelacasa, Campillo de Ranas, Robleluengo y Majaelrayo; o bien puedes ir hacia la ladera oeste del Pico Ocejón y en ese caso visitarás Almirante, Palancares y Valverde de los Arroyos.
Decíamos que esta zona del Parque Natural de la Sierra de Guadalajara no solo se merece una visita por sus pueblos de arquitectura negra (y no sería este un motivo menor) sino también por otros atractivos como los 125 kilómetros de rutas de senderismo de esta región que atraviesan paisajes casi mágicos como el Hayedo de Tejera Negra, las Chorreras de Despeñalagua, las Cascadas del Aljibe, cerca de El Espinar o el pantano de El Vado.
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