Sherlock Holmes en Londres
La ruta perfecta para sentirte Sherlock Holmes en Londres
Si quieres sentirte como el famosísimo detective Sherlock Holmes en Londres, atento a la siguiente ruta por la ciudad inglesa.
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Siempre decimos que el Big Ben, el London Eye, los autobuses rojos o las cabinas del misma color son iconos de Londres. Cierto es. Pero todos ellos son símbolos materiales, lugares junto a los que fotografiarse.
Pero eso no es todo lo conocido de la ciudad. Londres también tiene iconos con forma humana, aunque algunos sean personajes creados por un escritor y no de carne y hueso. Por ejemplo Sherlock Holmes, ese famoso detective que siempre iba con su pipa en mano, creado por Conan Doyle.
La verdad es que hay muchos puntos londinenses que se relacionan con Sherlock así que si quieres sentirte él por un día, puedes hacerlo. Para empezar, dirígete a Baker Street, pues el famoso detective vivía en el número 221b de esta calle. Vale, la casa no existe, pero ahí está el Museo Sherlock Holmes que aunque no le corresponde mantiene el número de la vivienda del personaje de ficción.
Además, allí también encontrarás una tienda en la que comprar algunos recuerdos que te devolverán siempre a ese día y una estatua del señor Holmes junto a la que sacarte un selfie. Es una de las pocas estatuas de Londres que representan a un personaje que no existió en la realidad.
Desde ahí sigue caminando hasta el Park Plaza Sherlock Holmes Hotel, en el que puedes pararte a desayunar. Después sigue hasta el número 15 de Welbeck Street. Es ahí donde Moriarty casi le quitó la vida al protagonista de estas líneas.
Otras localizaciones que puedes añadir a tu ruta son el número 2 de Upper Wimpole Street, en el que vivía Conan Doyle y en el que hay una placa azul que lo indica o el 9 de Queen Anne Street, que fue la casa del ficticio Dr. Watson.
Oxford Circus es una zona bastante concurrida de Londres y por allí pasearon muchísimo Sherlock Holmes y el Dr. Watson. Y el Café Royal en el 68 de Regent Street lo visitó el creador de Sherlock... y también el propio personaje. Además, Sherlock seguro que siempre recordará ese lugar: allí recibió una gran paliza.
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