Senderismo
3 rutas megalíticas para pasear la prehistoria
El otoño es, junto a la primavera, la mejor época del año para disfrutar del senderismo y si además caminas por rutas megalíticas la experiencia se convierte en un curioso viaje en el tiempo.
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Cuando viajamos a la costa mediterránea en verano lo tenemos claro: queremos playas, sol, chiringuitos y terrazas pero, cuando lo hacemos en la época otoñal nuestras intenciones cambian porque si bien el otoño mediterráneo es luminoso y cálido, especialente si lo comparamos con el de otras zonas de Europa, también es un momento ideal para descubrir qué esconden nuestros habituales rincones de playa y verano.
Para disfrutar de ese descubrimiento no hay nada como las rutas a pie, como recorrer los caminos naturales o históricos que nos permitirán disfrutar de nuestros rincones mediterráneos de otro modo; por ejemplo ¿qué hacemos en Roses en otoño? sin duda, recorrer sus rutas megalíticas, tres rutas a pie que acaban de renovar toda su señalización y sus códigos QR para que no te pierdas y para que disfrutes como nunca de tu viaje a la prehistoria.
Para disfrutar de estas tres espectaculares rutas que te llevarán hasta los dólmenes, menhires, cistas y otras construcciones megalíticas prehistóricas, deberás poner rumbo al Parque Natural del Cabo de Creus porque, además de ser un viaje en el tiempo, tu experiencia de senderismo será un disfrute de la naturaleza.
¿Cuál de las tres rutas elegir? esa decisión te la dejamos a ti, eso sí, a continuación te damos algunas pistas de lo que te ofrece cada una de ellas.
Los itinerarios megalíticos de la piedra seca I y II (las dos rutas más cortas) son circuitos circulares de unos 4 kilómetros cada uno y recorriéndolos visitarás el Dolmen de la Creu d'en Cobertella, que es el más grande de Cataluña; si prefieres una ruta más larga te convendrá elegir el itinerario megalítico de paisaje III porque se trata de un recorrido de 10 kilómetros que da una vuelta completa al valle de Montjoi permitiéndote así no solo descubrir los vestigios prehistóricos de la zona sino también un delicioso paseo entre fresnos y encinas.
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